Ucrania y la ambición rusa, por Francisco Miró Quesada C.
Ucrania y la ambición rusa, por Francisco Miró Quesada C.

Hace mucho tiempo estuve en , en su capital . Me interesaba conocer su pasado y atractivos arquitectónicos, como la Catedral de Santa Sofía y el Monasterio de las Cuevas, muestras de su antiguo esplendor. Yo no sabía el idioma, pero había muchos españoles que habían huido de la dictadura de Franco y ellos me dieron una valiosa información sobre este lugar.

Para comprender lo que está sucediendo en Ucrania, hay que considerar la historia, pues su pasado está lleno de invasiones, luchas y pugnas por parte de diferentes estados. Los primeros pobladores del lugar fueron los escitas. Durante buena parte de la Edad Media el territorio de la actual Ucrania estuvo ocupado por tribus eslavas. 

Posteriormente, la región fue ocupada por los vikingos, procedentes de las actuales Suecia y Noruega, quienes fundarían en el siglo IX el reino de Rus de Kiev. Así, se convirtió en uno de los países más importantes de Europa. Precisamente Kiev es el nombre de la capital del actual país. 

Después del dominio vikingo, tuvo un territorio de gran extensión y poder, el cual terminó al ser invadido por los mongoles. Luego fue parte de Polonia y Bulgaria, hasta caer, finalmente, bajo el poder de la , lo cual se mantuvo hasta comienzos de la década de 1990, en que se independizó, al caer el comunismo. 

Hoy esta región sufre una grave crisis, pues se debate entre los grupos separatistas pro rusos y las fuerzas del gobierno central de Ucrania, que exigen a los separatistas cesar la lucha. En Ucrania hay una parte de la población que habla ruso. Y precisamente los rusos quieren anexarse ese territorio. 

Como era de esperarse, el gobierno que preside se opone enérgicamente a esa secesión. Desde tiempos inmemoriales, ningún país ha querido perder territorio. Una especie de instinto hace que se aferre a su unidad y ningún país debería intervenir con el afán de inmiscuirse en problemas internos. 

El presidente de Estados Unidos, , y la canciller alemana, Angela Merkel, ante lo que está sucediendo en Ucrania, han amenazado con severas sanciones a Rusia por proteger a los separatistas.

Los motivos de la intervención de Rusia en Ucrania son innegables, país clave para inclinar la balanza en la lucha por controlar un importante espacio geopolítico. Según sus designios y conveniencia, Vladimir Putín desea frenar la expansión occidental. Esto ha hecho que un conflicto interno se potencialice tras las declaraciones de Obama y de los voceros de la Unión Europea.

Recordemos que Rusia siempre ha estado en la búsqueda del poder mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial su rivalidad fue con Estados Unidos. Por su ubicación, Ucrania es el puente entre la Europa Occidental y Oriental. 

Esperemos que Ucrania, como país independiente, resuelva sus problemas, sin que nadie menoscabe su soberanía, logre la estabilidad política y económica que le permitan convertirse en un país próspero, gracias a acuerdos geoestratégicos, intercambio comercial, cooperación, elementos fundamentales para su desarrollo.