(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
Hace 100 años

Anoche, mientras el tenor Enrico Caruso cantaba en el Metropolitano, de Nueva York, se le relajó una vena en la garganta y el público pudo ver que le salía a los labios algo de sangre. Obviamente bajó el telón mientras el público quedaba desconcertado. La noticia llegó al cable en pocos minutos y ha sido difundida al mundo entero. No hay detalles pero se cree que el problema no reviste mayor gravedad. Caruso es el más grande tenor del mundo y gracias a sus discos se escucha su maravillosa voz en todos los continentes.

H.L.M.

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