Anoche, mientras el tenor Enrico Caruso cantaba en el Metropolitano, de Nueva York, se le relajó una vena en la garganta y el público pudo ver que le salía a los labios algo de sangre. Obviamente bajó el telón mientras el público quedaba desconcertado. La noticia llegó al cable en pocos minutos y ha sido difundida al mundo entero. No hay detalles pero se cree que el problema no reviste mayor gravedad. Caruso es el más grande tenor del mundo y gracias a sus discos se escucha su maravillosa voz en todos los continentes.
H.L.M.