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Las primeras publicaciones en las páginas deportivas nacionales donde figura Pedro Pablo de Vinatea datan desde que era Sub 15. Campeón nacional y seleccionado nacional de la categoría, fue también campeón sudamericano y se proyectaba como una de las figuras del deporte de la plumilla.
Los primeros dolores a la pierna derecha aparecieron durante un entrenamiento. Pensó que era cansancio, pero era el cáncer a los huesos largos que lo atacaba. Tenía 14 años.
La primera quimioterapia por el osteosarcoma que padecía en el peroné que recibió Pedro Pablo fue un Domingo Santo del 2002. Luego, debido a que no hubo mejoras tuvo que viajar a Italia para seguir con su tratamiento. La opción fue amputarle la pierna. "Yo mismo tomé la decisión y acepté", cuenta.
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Los primeros Juegos Panamericanos donde estuvo De Vinatea fue en Río 2007, pero como árbitro de bádminton. Aún no había vuelto a competir. Se dedicó al arbitraje para no alejarse del deporte y del equipo nacional.
El primer campeonato de parabádminton en el que Pedro Pablo de Vinatea compitió, lo hizo con una prótesis apenas arreglada de una rotura de dos semanas antes. Habían pasado ocho años desde la amputación y logró el segundo lugar en el Panamericano de Parabádminton del 2010 en Curitiva.
En Lima 2019 será la primera vez que se que juegue el parabádminton en los Parapanamericanos. Y mucho tiene que ver la presencia de Pedro Pablo y figuras como Pilar Jáuregui, Jesús Salva y Giuliana Póveda, aunque ella no puede competir porque no fue habilitada su categoría.
Así, Pedro Pablo puede decir que siempre fue un precursor. Porque también fue el primer parabadmintonista en entrenar junto a los atletas convencionales de su federación. Era el primero, pero no quería ser el único. Hizo natación, incursionó en el atletismo, pero el bádminton siempre fue su pasión y el parabádminton era un reencuentro.
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"Parabádminton para todos", fue la idea que abrigó en su corazón desde que volvió a competir. Y fue la idea que consolidó en el 2014 y que acogieron la Federación de Bádminton y el Instituto Peruano del Deporte para ponerla en acción en el Estadio Nacional. Empezaba un nuevo camino de Pedro Pablo. "Mi búsqueda es que las personas con discapacidad no sean vistas como los pobrecitos", aseguró en su momento. Y lo está consiguiendo ahora también de la mano de la Asociación Nacional Paralímpica que comanda Lucha Villar.
Hoy, cinco años después de su iniciativa, son casi un centenar de parabadmintonistas que compiten en los diversos torneos y diez de ellos estarán presentes desde este jueves en los Parapanamericanos Lima 2019.
Pedro Pablo de Vinatea puede ser considerado como uno de los principales impulsadores del movimiento paralímpico en el país en los últimos años y en Lima 2019 está viendo materializado su sueño. "He ido a cinco mundiales y tengo una medalla de bronce [en el 2011]. He sido tres veces campeón panamericano de parabádminton. Ahora es la primera vez que habrá parabádmiton en los Parapanamericanos y es una oportunidad única de compartir todo mi esfuerzo con el Perú", asegura. También sueña con la medalla.
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Son diez los paradeportistas que empezarán a competir desde este jueves en el Polideportivo 3 de la Videna. Pedro Pablo, Pilar Jáuregui y Jesús Salva tienen opciones de medallas, pero sin dudas cada uno de ellos peleará para entregarle un podio a la selección nacional.