El próximo 7 de octubre, Arequipa elegirá a un nuevo gobernador o gobernadora que conducirá las riendas de la región hasta el 2022. En total 1’100.477 arequipeños votarán por su principal autoridad, quien –según tres especialistas consultados por El Comercio– deberá mejorar los indicadores de la segunda jurisdicción más importante del país.
—El Caso Tía María—
Sin duda alguna, el proyecto minero Tía María será el principal reto de quien ocupe el sillón regional durante los siguientes cuatro años. Ubicado en el valle de Tambo (Islay) y a cargo de la empresa Southern Perú, se espera que su ejecución se inicie en el 2019.
Para el analista político Nilo Cruz, la próxima gestión del gobierno regional deberá asumir un rol directo, si no de mediación y acercamiento, entre la firma minera y los moradores locales que se oponen al proyecto, quienes en el 2015 protagonizaron duros enfrentamientos con la Policía Nacional. “Debe promover un diálogo”, dijo.
El historiador Jorge Bedregal advirtió que un mal manejo sobre Tía María, con un conflicto que sigue patente, llevaría a Arequipa a convertirse en “la nueva Cajamarca, donde se convoquen los ímpetus antimineros”. Esto, precisó, “es peligroso no solo para los proyectos mineros de la región, sino para el resto del país”.
Hace unas semanas, este Diario reportó que en los distritos de Cocachacra, Dean Valdivia y Punta de Bombón, ubicados en el área de influencia del proyecto minero, aún se pueden ver banderolas con la frase “Agro sí, mina no”.
—La infraestructura—
Otro tema importante son las obras de infraestructura pendientes. Cruz consideró que quien suceda a Yamila Osorio en el gobierno regional deberá destrabar importantes proyectos que aún no se ejecutan adecuadamente, como Majes Siguas II, que trasladará las aguas de la cuenca del río Apurímac a la cuenca del río Colca para incorporar 38.500 hectáreas a la agricultura arequipeña.
El analista apuntó que este proyecto hidroenergético tiene dificultades de financiamiento porque Cosapi, una de las empresas que forman la concesionaria a cargo de su ejecución, es investigada por la fiscalía por estar presuntamente implicada en casos de corrupción.
Asimismo, la próxima gestión regional tendrá que resolver el mejoramiento de la carretera Arequipa-La Joya, en el tramo de la variante de Uchumayo. En esta importante vía de ingreso a la capital arequipeña, aún no se construyen las obras de infraestructura necesarias (puentes y pasos a desnivel).
—La prevención—
La prevención y planificación ante el riesgo de desastres es otro asunto que deberá priorizar quien gane las elecciones regionales, según los expertos consultados. El pasado 14 de enero, un sismo de magnitud 6,8 grados con epicentro en el distrito de Lomas dejó un muerto, 104 heridos y cientos de damnificados.
Cruz indicó que se debe reubicar a las poblaciones situadas en zonas vulnerables. “Estamos en una región altamente sísmica, y en cualquier momento se registrará un terremoto. Se debe planificar el crecimiento de las nuevas ciudades hacia la costa”, dijo.
Para el sociólogo José Luis Vargas, la realidad es distinta: consideró que, si bien hay varios temas por resolver, frente a la coyuntura política arequipeña “no se debe pedir mucho a la nueva autoridad”. “No podemos esperar una lluvia de promesas. Si solo se dedica a culminar Majes Siguas II y la variante de Uchumayo, haría mucho por Arequipa”, sostuvo.
Vargas dijo que es mejor que la próxima autoridad concentre fuerzas y recursos en esas dos obras emblemáticas, que la población espera hace 30 años, en vez de dividir el presupuesto en varios proyectos que no se concluirían.