El general Escudero en pleno rescate de la familia de Giana, la bebé de 45 días, que quedó atrapada en su casa, en Catacaos. (Foto: Ralph Zapata)
El Niño costero

Para Piura este 2017 estuvo marcado por las lluvias de El Niño costero. El 27 de marzo, un día que será recordado como funesto, tanto como el nivel que alcanzó el río Piura: 3.600 m3/s que ocasionaron el desborde de las aguas hacia las ciudades de Piura y Castilla, y los pueblos del Bajo Piura, principalmente Catacaos y Cura Mori. Ese día, la inundación causó caos y desesperación, pero también escenas de valentía y solidaridad.

Escenas como las que protagonizaron  en Catacaos el general EP Carlos Escudero Sotomayor, jefe del Agrupamiento de Artillería Inclán de Piura, y cuatro suboficiales más: el técnico EP Oswaldo Garay Cavero, Hamilton Sinuiri, Jean Paul Gálvez Sánchez y Steven Acosta Rosales. Los valerosos soldados salvaron a más de 100 personas en un bote zodiac que atravesó la torrentosa corriente del río.

Pero el rescate más dramático –que presenció El Comercio– fue el de Giana, una bebé de 45 días de nacida que fue salvada en una batea. Junto a ella también fueron rescatadas su mamá, sus hermanos y el resto de la familia, incluido el perro guardián de la casa.

-El drama continúa-
Al día siguiente, Escudero y sus comandos fueron hasta Pedregal Grande, un pueblo que estaba bajo el agua. Los damnificados salían en ollas, en balsas hechizas, en maderas viejas. En cualquier cosa que flotara. El Comercio halló entre tanta gente desesperada a Carito, una niña de apenas 4 años que fue rescatada por sus padres en una olla de aluminio.

Pasada la inundación, el drama solo cambió de lugar: de los pueblos inundados a los campamentos de refugiados, en la carretera Piura-Chiclayo. Los damnificados se apostaron en carpas, en medio de un arenal caliente. Meses después construyeron casas con carrizos y calaminas viejas. José Aquino Chávez, su esposa y sus cuatro hijos fueron los primeros que se asentaron allí, a intentar levantarse y sobrevivir a tanta tragedia junta.

Ahora han pasado casi nueve meses desde aquel desastre y la reconstrucción avanza a paso muy lento. La rehabilitación de vías ha comenzado hace poco, y los damnificados continúan en carpas. Pasarán la Navidad en los campamentos.

Las cifras de la tragedia –que aún no acaba en Piura– son estas, según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (Coen): 91.835 damnificados, 310.570 afectados, 17 fallecidos, 39 heridos, 4 desaparecidos, 5.724 viviendas colapsadas, 8.469 viviendas inhabitables, 71.008 viviendas afectadas; así como 711 instituciones educativas y 195 centros de salud también afectados.

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