(Foto: Minsa))
(Foto: Minsa))
Lourdes Fernández Calvo

Cada año se reportan unos mil suicidios en el Perú, según cálculos del Ministerio de Salud (Minsa). Es decir, entre 3 a 4 personas se quitan la vida en el país.

Solo hasta julio del 2018, hubo 1.384 intentos de suicidios que fueron atendidos en los hospitales públicos del país. Una cifra que, según el Minsa, podría superar a la consignada el año pasado: 1.446.

Para atender y prevenir posibles casos de suicidio, el Ejecutivo estableció en el 2015 con la Ley 29889, que modifica la ley de salud mental, la creación de los centros de salud mental comunitarios. Esto debido al déficit de servicios de salud mental especializados en los hospitales públicos del Minsa.

Estos centros cuentan con especialistas y ofrecen atención ambulatoria a los pacientes de la jurisdicción en la cual han sido implementados.

"El Minsa recién desde hace 3 años viene implementado estos centros de salud mental y esto nos permite llegar a muchas comunidades alejadas. Hace poco inauguramos el de Nieva en Condorcanqui (Amazonas) en donde hemos tenido casos de suicidios, por ejemplo, 
de mujeres en grupo. También hemos llegado a Bagua. Estos centros nos permite realizar las acciones de prevención con la propia comunidad y la posibilidad de dar el tratamiento y recuperación en el lugar ya que muchas veces los tratamientos son prolongados", afirma Yuri Cutipé, director de Salud Mental del Minsa.

El sector salud ha creado, hasta el momento, 31 centros de salud mental comunitarios en Lima y en otras regiones como Ayacucho, La Libertad, Lambayeque, Moquegua, Callao, Piura y Huancavelica, entre otras.

Cutipé aseguró que el objetivo del Minsa es instalar otros 75 centros de salud mental comunitarios más y así contar con 106 centros funcionando en todas las regiones del país para fin de año.

"Un centro de salud mental tiene un equipo completo de profesionales no cuenta solo con psiquiatras y psicólogos si no también con enfermeras y trabajadores sociales dedicados al cuidado de la salud mental. Ellos trabajan con un programa de continuidad de cuidados que permite el seguimiento y visitas a domicilio o al colegio hasta que el paciente se recupere", agregó Cutipé.

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