El congresista Heriberto Benítez renunció esta noche a la bancada de Solidaridad Nacional, luego de que sus ahora ex compañeros señalaran que evaluaban separarlo por sus nexos con el presidente regional de Áncash, César Álvarez, quien está bajo prisión preventiva por presuntamente integrar una red de corrupción y de crimen organizado.
Benítez dijo que no puede aceptar que su nombre “sea manoseado” por sus propios compañeros de bancada, por lo que decidió dar un paso al costado del grupo solidario.
“Bueno yo no puedo aceptar eso, no he cometido ninguna infracción, ningún delito, ninguna falta, no soy corrupto, no soy un ladrón, no soy un sicario, no soy un mafioso, soy un abogado y un congresista que busca el respeto a los derechos humanos, si a la bancada le incómoda eso, me voy”, refirió.
“No voy a aceptar que se malogre mi reputación. Ya tomé una decisión firme y presento mi renuncia irrevocable, no voy a compartir con una bancada formada por gente que está incómoda conmigo, eso motiva a que todas las semanas salgan a pedir que me suspendan”, añadió.
En el programa “Agenda Política”, Benítez cuestionó que sus ex compañeros de bancada le hayan dado la espalda y no hayan sido imparciales, luego de que haya sido vinculado a la red de corrupción que operaba en Áncash.
“No voy a estar rogando (quedarme en la bancada), prefiero renunciar y estar solo para defenderme”, indicó.
Aclaró que la defensa que realiza a Álvarez es “política”, porque reiteró que él llegó al Congreso gracias al movimiento Cuenta Conmigo, que es liderado por el presidente regional de Áncash.
Finalmente, negó nuevamente estar vinculado a una organización criminal en Áncash. “Ahora piden que se me levanta la inmunidad cuando yo no he tenido nada que ver”, acotó.
Benítez vivía en el tercer piso del inmueble en el funcionaba la llamada ‘Centralita’, donde presuntamente se realizaban acciones de ‘chuponeo telefónico’.