En el Perú ya hay gran expectativa por el estreno de la película “Dragon Ball Super: Broly”. (El Comercio)
En el Perú ya hay gran expectativa por el estreno de la película “Dragon Ball Super: Broly”. (El Comercio)
Redacción EC

En una última encuesta de El Comercio-Ipsos, el alcalde de La Victoria, , es el personaje con el que más simpatiza políticamente la ciudadanía, con un 13%. 

Forsyth ha sido incluido por primera vez en el estudio y aparece por encima de Keiko Fujimori (9%), Julio Guzmán (8%) y el alcalde de Lima, Jorge Muñoz (7%).

Más allá de los niveles bajos de simpatía entre todas las personalidades políticas, es resaltante cómo se ha distribuido en los cinco niveles socioeconómicos (NSE) que recoge el sondeo.

Por ejemplo, el alcalde de La Victoria alcanza un 32% y un 25% en los sectores A y B, respectivamente. En tanto, en el sector D llega a un 11% y en el sector E a un reducido 7%.

"Sus medidas se han enmarcado positivamente, resaltando la promoción del orden y la seguridad, temas que son atractivos para un sector de la población. Por eso mismo, su aprobación se concentra significativamente en los sectores más altos (A, B, y, en menor medida, C)", manifestó el politólogo Paolo Sosa. 

Al respecto, el analista político Luis Benavente resaltó que las nuevas alternativas políticas que esta surgiendo, como Forsyth o Muñoz, están mas vinculadas a los NSE altos y que no han surgido alternativas políticas de lideres dirigidos a los NSE bajos.

"Esta demanda de cambio a nivel popular no tienes nombres. El posicionamiento en los niveles bajos es lento. Ellos pueden tener la opción de llegar, pero eso les va a tomar un tiempo definitivamente", indicó. 

El caso de Keiko Fujimori, quien es la segunda en la lista, es totalmente opuesto: en el sector A tiene un 0%. Es decir, nadie en ese NSE simpatiza políticamente con la ex candidata presidencial, quien está recluida preventivamente e investigada por presunto delito de lavado de activos. 

Para Sosa, es un dato importante la "supervivencia" de la lideresa de Fuerza Popular a pesar de lo que ha ocurrido con ella en los últimos meses y su presunta vinculación con el Caso Odebrecht. Entre los sectores B, C y D: Keiko Fujimori es preferida por el 5%, 10% y el 12%, respectivamente.

"Esto es indicativo de dos cosas. Por un lado, la 'supervivencia' antes señalada, que muestra que el fujimorismo es un fenómeno latente. Por otro lado, que este apoyo se ha reducido a su núcleo duro. Lo más sorprendente podría ser el nulo apoyo obtenido en el NSE A, pero esto puede ser explicado por el desprestigio de Keiko y el surgimiento de figuras más atractivos disputando la bandera de “orden a toda costa” alguna vez atribuida al fujimorismo", remarcó Sosa. 

Benavente, en tanto, remarcó Keiko Fujimori, quien –dijo– es parte del establishment, tiene poca competencia a nivel popular. "Sigue teniendo preferencia", resaltó.

En el caso del alcalde de Lima Metropolitana, Jorge Muñoz, quien tiene casi tres meses en el cargo, ocurre algo muy parecido que con George Forsyth. En los sectores A y B también tiene altos niveles de simpatía: 19% y 16%. En cambio, en los sectores D y E solo llega a tener un 6 y 2%.

Sosa resalta que "no sorprende" que ambos personajes se disputen el voto y la simpatía de los sectores socioeconómicos más altos. "Más susceptibles a apoyar medidas “disciplinarias”, priorizando el orden a toda costa, en temas relativos a informalidad", agregó. 

–Sin simpatías políticas–
¿Cómo están distribuidos los que no simpatizan con ninguno? El tercio de los encuestados, un 31%, asegura que no tiene simpatía política alguna. De ellos, el 32% es del sector D y el 40% del sector E. Este último es la cifra más alta de todo el sondeo. 

Sobre los futuros aspirantes a la presidencia de la República, como Julio Guzmán –que está tercero–, Verónika Mendoza –quinta en el ránking–, César Acuña –en el puesto ocho– y Alfredo Barnechea –en el número diez– es el sector E el que los apoya menos.  

"Ni las opciones de izquierda ni la derecha más 'populista' logran captar la atención de este sector. Esto es bastante preocupante porque ambas características (falta de representación y bajos niveles económicos) son precisamente las que favorecen el surgimiento de outsiders más radicales o la radicalización de las opciones existentes", concluyó el politólogo.

En tanto, para Benavente, la encuesta revela que existe una demanda de cambio en política que está insatisfecha en los sectores socio económicos medio y bajo. Es decir, explicó, no existen líderes que los representen o que representen una alternativa de cambio. "Veo un poco difícil que quienes lideran la encuesta, y están arriba en los NSE altos, puedan llegar con fuerza a los más bajos", añadió.