El politólogo y antropólogo Julio Cotler calificó de peligroso el proceso de revocación porque enseña que a las autoridades, en este caso a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, se les puede echar del cargo insultándolas y ridiculizándolas.

Asimismo, consideró que revocadores han usado técnicas características del preso ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos.

La revocatoria es un proceso muy peligroso porque abre una caja de Pandora con todas las sorpresas que uno se puede imaginar”, consideró el académico.

Es una campaña que Montesinos se debe haber reído bastante, porque todas las técnicas de vilipendio, insultos, groserías, que él ha usado han estado de por medio. Ha habido mensajes de conspiraciones internacionales y el oportunismo del Apra que es realmente impresionante, sostuvo.

Cualquiera va a aprender que se puede acabar con las autoridades insultándolas, vejándolas, ridiculizándolas. Esa es la técnica populista más corriente del mundo. Eso es escuela aprendizaje de cómo se botan a las autoridades, agregó.

VILLARÁN OLVIDÓ EL TEMA POLÍTICO Sobre la gran cantidad de limeños que están a favor de la revocación a la burgomaestre de Lima, Cotler explicó que la gestión “pensó que todo era de carácter técnico y se olvidaron del problema político”.

No obstante, sostuvo que “Villarán fue la única que ha tenido el coraje de meterse con dos problemas cruciales de Lima: La Parada y el transporte público. Esto pisó muchos callos, y no se supo preparar políticamente el terreno.

DEBATE Cotler consideró que la tendencia de las encuestas es impresionante en relación a como creció el porcentaje que apoya a la actual autoridad municipal, por lo que consideró que si es que se dedica a explicar, a informar a la población de sus obras, puede ganar.

Asimismo, opinó que Villarán de la Puente debería salir a debatir, exponiéndose a que le digan de todo, a los insultos “de un Mulder” o “a los turbios manejos montesinistas de los comunicores (sic)”, en alusión al Caso Comunicore.

Finalmente, llamó a Luis Castañeda, uno de los principales promotores de la revocación, “un personaje gris, pusilánime”, que no supo dar ninguna explicación a las irregularidades del Caso Comunicore.