(Foto: El Comercio)
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Diana Seminario

Ya que estamos en #ModoFútbol, es claro que el Gobierno y el presidente Pedro Pablo Kuczynski hace tiempo vienen jugando con el marcador en contra y sin visos de remontarlo. Quizá las esperanzas de estén centradas en el decisivo partido de este miércoles, y no necesariamente por la ilusión de llegar a un Mundial después de 36 años, sino porque esto jugará a favor de su gestión. La euforia nacional no discrimina.

La última encuesta publicada ayer por este Diario muestra cómo el mandatario es incapaz de mantener un marcador favorable.
Según los números de Ipsos, tras llegar a su nivel más bajo de aprobación en setiembre (22%), PPK tuvo un salto de 8 puntos en octubre, luego del cambio de Gabinete y tras colocar a Mercedes Aráoz al frente del Consejo de Ministros.

El oxígeno se acabó rápido y ayer volvió a bajar a 27%. Y no es que al presidente le hagan goles, sino que tiene una evidente vocación por el autogol.

Su negativa a declarar ante la Comisión Lava Jato del Congreso le ha jugado en contra, sobre todo en circunstancias en que la percepción de corrupción no hace distingos.

El mandatario debería tomar en cuenta que el 87% de encuestados por Ipsos que conocen el tema considera que debe declarar ante esa comisión parlamentaria. Para esta mayoría, una respuesta por escrito no es suficiente.

Además, PPK se pronunció sobre la prisión preventiva que cumplen Ollanta Humala y Nadine Heredia. “No hay un proceso contra ellos, lo que es preocupante, debería haber un debido proceso”, dijo el mandatario sin tener en cuenta que, precisamente, Ollanta y Nadine se encuentran inmersos en un proceso de lavado de activos y que están encarcelados como medida preventiva, ante la evidencia de que podrían huir de la justicia.

El modo en que enfrenta el proceso de reconstrucción en el norte tampoco es alentador. “Ladran pero avanzamos” no fue la mejor manera de dirigirse a una población que lo perdió todo por las lluvias y que sigue ocupando carpas, como si su problema no fuera una prioridad para este gobierno.

El tema del indulto a Fujimori ya no le funciona, lo ha tocado tantas veces que ya ha perdido toda credibilidad en este punto.

Cosa contraria ocurre con la presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, quien ha pasado de 31% a 33% de aprobación. Ni el papelón del censo ha afectado su popularidad. ¿Será porque los encuestados desconocen que es la PCM la entidad de la que depende el INEI?

En cuanto a la aprobación a los líderes políticos, Keiko Fujimori sigue liderando la popularidad con 39%, incluso sube dos puntos respecto al mes anterior.

Si bien esta encuesta no incluye el interrogatorio a Marcelo Odebrecht del jueves pasado, la ventaja de Keiko sobre los otros ex candidatos presidenciales es relativamente holgada. La aprobación a Julio Guzmán es de 27%; y a Verónika Mendoza, 26%.

Si bien para algunos las encuestas son “una foto del momento”, la aprobación presidencial es más bien una suma de momentos desafortunados; mientras que la aprobación a la presidenta de Fuerza Popular es constante, pese a algunos hechos que podrían ser considerados desaciertos para muchos, pero no para la mayoría que la respalda. El tiempo dirá si este score cambia.

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