Zavala, a ordenar la casa; la columna de Diana Seminario
Zavala, a ordenar la casa; la columna de Diana Seminario
Diana Seminario

La confirmación de como primer ministro no hace otra cosa que corroborar que el ex ministro de Economía fue desde el principio la carta elegida por PPK para el cargo. “Es hombre, joven, independiente y gordito”, dijo el presidente electo el 21 de junio, y aunque muchos hubieran querido identificarse con ese perfil, Zavala era desde entonces el elegido.

En este mismo espacio dijimos el 27 de junio que, “a su experiencia en la administración pública, Zavala debe sumarle la cintura política que los tiempos requieren. Eso es indispensable, es su obligación”.

Es evidente que el elegido jefe del Gabinete deberá lidiar con una coyuntura atípica, que ubica al partido de gobierno como la tercera fuerza política en el Congreso y con una oposición fujimorista de 73 congresistas.

Qué duda cabe de que el diálogo en el Parlamento debería ser el primer punto en la agenda del designado funcionario. Sin embargo, creemos que la primera tarea de Zavala será más bien ordenar la casa, sobre todo en el entorno del presidente electo, y poder llegar así al 28 de julio con las cosas claras y las cartas sobre la mesa.

Para empezar, deberá alinear a la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz, quien el mismo día que PPK anunciaba en clave de adivinanza la designación de Zavala salió a enmendarle la plana diciendo: “PPK hizo una broma, aún no elegimos al primer ministro”. ¿Será acaso que Mechita no estaba de acuerdo con la designación y con esta declaración buscaba que PPK retrocediera en su decisión?

Ayer, en entrevista con “Perú 21”, ante la pregunta “¿El futuro premier Fernando Zavala tiene muñeca política para usted?”, ella respondió: “No lo sé, no estoy manejando este tema, lo hace PPK con un equipo más chico. Cuando salga esta entrevista [ayer], ya sabremos quién es”.

¿Es normal que la vicepresidenta electa diga que no sabe si Zavala tiene muñeca política? Esa no era la respuesta esperada en alguien que –se supone– debe trabajar y jugar del lado del presidente y, por supuesto, de su primer ministro.

El futuro presidente del Consejo de Ministros no solo tendrá que imponer su autoridad entre los primeros vicepresidentes que durante la campaña han estado de la mano del candidato, tendrá que hacer lo mismo con los miembros del partido Peruanos por el Kambio, que se sabe vienen reclamando su cuota de poder.

Los enfrentamientos internos en Peruanos por el Kambio durante la contienda electoral fueron un secreto a voces. Deben entender que la campaña ya terminó y ahora empieza el gobierno y la visión debe ser el Perú.

Así, aunque parezca irónico, la primera prueba del talante y cintura política de Zavala será al interior del entorno de PPK. Kuczynski sabe que no ha podido escoger mejor aliado para él y para sus objetivos de gobierno.

De lo que no dudamos es de que Zavala sabrá tender los puentes necesarios con el fujimorismo. Tiene la gran ventaja de no haber participado en la campaña y, por lo tanto, no se ha visto inmerso en los dimes y diretes del fragor electoral.

Tenemos la esperanza de que sabrá estar a la altura que las circunstancias actuales le imponen. ¡Éxitos!

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