Tradición argentina: Giovanni Bisso habla sobre el vino Nieto Senetiner Patrimonial Doc

Una de las bodegas que visité la primera vez que estuve en Mendoza fue Nieto Senetiner. Lo primero que llamó mi atención tiene que ver con su historia: fundada en 1888 y con más de 130 vendimias sobre sus espaldas, la trayectoria de esta marca va de la mano a la historia misma del vino argentino. Es algo que tiene que ver con su tierra y su gente. Un largo camino de superación y evolución, que tuvo como única constante a la pasión que distingue, desde siempre, a los que producen los vinos.

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Otro punto importante que recuerdo es la identidad que tienen sus vinos, que viene de su región de origen. Vistalba, Luján de Cuyo, es considerada hoy la Primera Zona Vitivinícola de Mendoza y fue la que dio origen a la vitivinicultura argentina. En esa zona estratégica, tanto desde un punto de vista climático como logístico, Nieto inició sus actividades hace más de un siglo, de la mano de los primeros colonos italianos que llegaron a estas tierras, cargados de sueños y con plantaciones centenarias.

Nada de esto es suficiente hoy en día para que una bodega logre resaltar en el mundo del vino, es por eso por lo que otro eslabón de suma importancia es el equipo de trabajo. Me refiero al grupo profesionales, sobre el que descansa un saber transmitido de generación en generación, y que es liderado hoy por un buen amigo mío, Santiago Mayorga, considerado por la prensa especializada como uno de los 50 jóvenes más influyentes del mundo del vino. Bajo este liderazgo, y con un equipo integrado por profesionales de reconocida trayectoria se puede armar un todo que permite elaborar vinos de calidad.

En cuanto a la bodega tiene un edificio de estilo colonial construido a principios del siglo XX, cuya fachada es inspiración para el logo de la bodega. Cuenta con vasijas de mampostería donde se realiza la fermentación de los vinos de la bodega. Sala de tanques de acero inoxidable de 10.000 y 3.000 lts de capacidad, con una sala de barricas de 1.200 barricas ubicadas en cuatro pisos de altura. Tiene 288 hectáreas de viñedos propios ubicados en el departamento de Luján de Cuyo, en Agrelo y Vistalba.

Justo probando vinos esta semana me encontré con una nueva línea que rinde homenaje a las cepas patrimoniales que dieron origen a la vitivinicultura de Mendoza. Son vinos que ponen en valor el patrimonio de las marcas, expresando la tradición argentina y revalorizando cepas históricas. Un Malbec DOC, elaborado bajo la normativa D.O.C. Luján de Cuyo, buscando la expresión varietal más pura de la Primera Zona vitivinícola de Mendoza.

Hoy, Nieto es la segunda bodega más vendida del mercado argentino, su nueva identidad se sustenta en su ADN, que nació con el vino argentino, y lo proyecta hoy más allá de sus fronteras. Este Patrimonial DOC Malbec cuenta con una crianza en madera durante 12 meses y una guarda en botella por 12 meses.

Vista: Un vino que tiene tonalidades violetas y púrpuras intensas.

Olfato: Es un festival de frutos rojos y negros, donde destacan casis, arándanos, frambuesas moras y cerezas. Tiene también los recuerdos de clavo de olor, vainilla y un dejo achocolatado

Gusto: Tiene buena estructura e intensidad, es fresco y con una acidez muy viva. El final es sabroso y largo.

Maridaje: Un vino con esta estructura e intensidad se luce muy bien con cortes de carnes a la parrilla, empezando con colita de cuadril o picaña y llegando hasta la entraña y el asado de tira. Buena opción para los guisos de cocción lenta como el osobuco, las pastas con salsas intensas y los quesos maduros.