Almacén: el espacio marino con una de las propuestas más espectaculares de Lima

Me voy a permitir empezar este texto con una obviedad. Si han observado a detalle las imágenes que acompañan estas páginas (y leído a conciencia las leyendas de foto debajo de cada una, por supuesto), de más está decir que este sitio es, sin mayor preámbulo, una mesa espectacular. Hace un año estuve por aquí por primera vez, y me atrapó de inmediato la influencia norteña en sus arroces, cebiches (el tradicional, con tortitas de choclo y sarandaja sigue siendo el más pedido), chicharrones y bocados para compartir. Todo enlazado con un generoso uso del producto y una técnica que se deja sentir en cada detalle. Cangrejo, camarones, erizos: encuentro casi imposible resistirme a cualquier preparación que involucre insumos de calidad e inventiva culinaria. Ambos factores convergen en Almacén, la propuesta marina del chef Renzo Miñán, uno de los talentos gastronómicos con mayor proyección del panorama actual. Pronto descubrirán por qué.

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En un año, el cambio ha sido sostenible hacia una cocina más sofisticada y compleja, que no renuncia ni a sus orígenes ni a su concepto inicial: platos bien servidos, comida pensada para disfrutar y un espacio sin mayor pretensión que la de pasar un momento relajado, como las clásicas cebicherías de barrio.

Antes de continuar, dos detalles claves para tener en cuenta. El primero: lo ideal, sobre todo si se trata de fines de semana o grupos grandes, es reservar (viernes y sábados mucha gente se queda de largo desde el almuerzo hasta la noche; la buena coctelería y la música así lo incentivan). El segundo: si van en auto, tengan en cuenta que existe una entrada por Roca y Boloña que da directo a un garaje del mismo local.

Hay mucha vida y mucho movimiento en Almacén últimamente, con eventos y encuentros de cocineros que pueden revisar con anticipación en las redes sociales del restaurante. La carta está en constante transformación —puedo garantizar que siempre que voy encuentro algo nuevo— y el chicharrón, muchame y arroz caldoso que mostramos aquí pertenecen precisamente a un nuevo menú. A ellos se unen unas conchas al ponzu con leche de tigre, cremoso de palta y chalaquita; un cebiche con pesca del día y erizos, cuya leche de tigre ha sido previamente ahumada (brutal); o unas causas ‘divertidas’, con varios rellenos (cebiche al rocoto, tartar de langostinos, chicharrón marino, entre otros).

De viernes a domingo hay una parrilla marina, con platos fuera de carta, para quienes quieran aventurarse en, incluso, más sabores. Almacén abre todos los días de la semana: no hay excusas para perderse esta experiencia, única en su clase. //