Amarena: el novedoso café que ganó un Premio Luces por su atrevida propuesta

Nada puede salir mal cuando hay creatividad en la mesa. Lo digo en todos los sentidos posibles de esa palabra, usada demasiado a la ligera en algunas ocasiones. No esta vez. Amarena es un sitio peculiar, difícil de encasillar.

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Técnicamente es un café –lo lleva en el nombre, y el menú ofrece una buena variedad de opciones– pero también es un espacio vivo, libre, donde tres mujeres de distintas nacionalidades (boliviana, colombiana y peruana) han enlazado sazón y pasión en una carta que refleja lo que es el futuro. La verdadera fusión está en saber combinar distintos sabores y distintas influencias para lograr dos cosas: equilibrio y novedad. Si queremos más de lo mismo, ya sabemos dónde encontrarlo; para la aventura culinaria, hay espacios como Amarena.

Al lado de unas arepas con carne mechada puede servirse un sánguche relleno de pulled pork con sabores acriollados; quizás un shakshuka, plato donde se combinan huevos pochados con salsa entomatada y salchicha huachana; una ensalada con calabaza asada; y hasta un pedazo de pie de limón. El concepto creado por Camila Unzueta (Bolivia), Laura Tibaquira (Colombia) y Andrea Rodríguez (Perú) es sencillo, pero completo. Una carta con antojos a veces mañaneros, a veces de media tarde, a veces de todo el día, donde uno puede pedir cualquier cosas del menú a la hora que le plazca.

Su idea de brunch dista de la versión más difundida con tostadas francesas y mimosas, y se acerca más bien al hummus, el pan con huevo y galletones generosos acompañados de capitanes, negronis o vermout tonics. Algo interesante se está cocinando por aquí, sin duda. Y eso que acaban de empezar. //