“Están bie#n las mochilas de emergencia, pero si la casa se viene abajo antes de que la gente pueda salir de nada valen. La mejor prevención es asegurarnos de tener una casa bien hecha”, señala a este Diario el ingeniero especializado en construcciones contra sismos Víctor Zelaya.
El experto explica que un sismo emite ondas primarias (que viajan más rápido a través de materiales líquidos o sólidos) y ondas secundarias (que son más lentas y generan las oscilaciones que producen la mayor parte de daños). “Una de las particularidades de este sismo es que en Lima fue largo, pero nunca se llegó a sentir ese remezón del final”, indica Zelaya.
En base a su experiencia, refiere que el suelo en Yurimaguas es del tipo normal y no es el causante de los problemas. “El punto débil son las viviendas, sobre todo de la gente de menos recursos. Son casas muy antiguas que necesitan ser reparadas con aditamentos de seguridad para así salvar más vidas. Hasta las casas mal hechas tienen solución, que puede ser desde un apuntalamiento. El problema es que no hay quien ponga el dinero para hacerlo”.
Zelaya indica que en el país se hacen buenas edificaciones, pero que es imprescindible que estén a cargo de un ingeniero y no de un maestro de obras. “El riesgo es que no se supervisa cómo se hacen las mezclas, que las proporciones sean exactas. Se termina, por ejemplo, agregando demasiada agua, y se afecta directamente la resistencia del cemento”.
El especialista peruano reclama que se enseñe a los estudiantes cómo fabricar viviendas con madera y con acero, para usar estos materiales en las zonas donde se aprovechen mejor.