Un artículo publicado en The New York Times dio cuenta de la secreta batalla judicial que mantuvo Yahoo contra las autoridades estadounidenses para no tener que brindar información sobre sus usuarios a Prism, el programa de ciberespionaje usado por el país norteamericano para prevenir actos terroristas.
Los abogados de Yahoo arguyeron ante una corte secreta en Washington que entregar datos de sus usuarios al gobierno era un acto inconstitucional. La corte consideró que, dadas las implicancias en la seguridad nacional, el gigante de Internet debía obedecer o, simplemente, romper la ley y atenerse a las consecuencias.
La historia data del 2007 o 2008, cuando el gobierno hizo un pedido de datos a Yahoo amparándose en el Acta Patriótica que se firmó luego de los atentados del 11-S. Esta acta fue luego incorporada al acta que permite a Estados Unidos solicitar datos para Prism.