(Foto: Facebook/Alexandre Bloch)
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Agencia AFP

"¿Están todos conectados?". En el auditorio de la Orquesta Nacional de Lille (ONL), en el norte de Francia, el director de orquesta le pide a los espectadores que enciendan sus para poder interactuar con "La consagración de la primavera" de Stravinsky.

Tras haber dirigido el "Bolero" de Ravel, en un formato muy clásico, Alexandre Bloch, un joven director de orquesta de 32 años, que se presenta como un "geek" (un loco de las nuevas tecnologías), anima a los 1.400 espectadores a abrir la aplicación "Smartphony", especialmente concebida para el concierto.

(Foto: Facebook/Alexandre Bloch)
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"¿Acaso ustedes habían soñado con ser un día directores de orquesta?", pregunta el director a un público formado en gran parte por jóvenes. "Se trata de una primicia mundial, pueden estar orgullosos", lanza Bloch.

A continuación, se encadenan una serie de pequeños juegos para que los espectadores se sumerjan en la obra de Igor Stravinsky (1882-1971), compuesta en 1913 y a veces considerada difícil.

Tras algunas cuestiones sobre el ballet, que causó escándalo en su tiempo, una pregunta permite determinar los gustos musicales de los asistentes: "la obra se abre con un solo de fagot: ¿les gustaría escuchar cómo habría quedado si Stravinsky le hubiera confiado este solo a...?".

En los moviles, el público selecciona y vota mayoritariamente por el oboe, preferido frente al trombón, al violonchelo y al arpa. Inmediatamente, el sonido del oboe invade la sala y hace las delicias de la audiencia.

Sin perder el carácter lúdico, un juego invita a conocer la importancia del tempo. Mientras que la orquesta toca una melodía de la "Consagración del a primavera", el público influye en la velocidad. Un medidor, proyectado en una pantalla gigante por encima de los 105 músicos, pasa de "largo" a "prestissimo", obligando a Alexandre Bloch a frenar y a acelerar a golpe de baqueta.

Un llamado a los jóvenes

Un último juego, inspirado en el "Guitar Hero" hace disfrutar, sobre todo, a los más jóvenes. Tras esta sesión de juegos de alrededor de una hora, llega el intermedio, que los espectadores aprovechan para intercambiar impresiones, antes de escuchar la misma pieza pero de forma clásica.

"Es un muy buen estreno, esto hace que venga gente más joven que cree que la música clásica está hecha para las personas mayores, con una cultura musical", considera Arnaud Bousiac, de 26 años.

La mayoría de los espectadores alaba la iniciativa, que podría servir para que la música clásica llegue a nuevos públicos, uno de los principales objetivos de la ONL, que desde su fundación, en 1976, ha tocado en prisiones y jardines de infancia en algunas ocasiones.

"Está verdaderamente muy bien, Alexandre Bloch explica la obra de forma muy lúdica", apunta Perrine, de 37 años.

Bruno y Marie-Claude, asiduos a la ONL, cerveza en mano, apreciaron la "originalidad" de la experiencia, que se repetirá en otro concierto el año próximo.

Sin embargo, algunos señalan que la iniciativa todavía podría mejorar.

Patrick, de 59 años, manifestó sus reservas respecto a los juegos. "En cualquier caso, hemos venido a escuchar música, todos esos juegos se hicieron un poco largos... Hay que encontrar la justa medida", sostiene.
(Fuente: AFP)

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