La Universidad de Yale almacena en una bóveda uno de los máximos enigmas del conocimiento humano: el Manuscrito Voynich. Se trata de un libro medieval anónimo que desde su redescubrimiento en 1912 tiene desconcertados a lingüistas y criptógrafos de todo el mundo. De hecho, ha generado su propia categoría de estudiosos y fanáticos, llamados voynicologistas.
Escrito en el siglo XV en un idioma o código hasta ahora indescifrable y acompañado con ilustraciones de plantas raras o inexistentes, símbolos astrológicos, criaturas con formas de medusas y mujeres desnudas, el Manuscrito Voynich es un libro tan frágil como requerido. El texto ilustrado parece haber sido escrito en cifrados que representan un lenguaje real, lo que se discute es su significado.
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Ahora, un académico británico llamado Gerard Chesire afirmó que el manuscrito es un tipo de libro de referencia terapéutica compuesto por monjas para María de Castilla, reina de Aragón, en una lengua perdida conocida como proto romance.
El diario 'The Guardian' informó que, en un artículo revisado por pares publicado en la revista 'Romance Studies', el investigador asociado de la Universidad de Bristol, Cheshire, argumenta que el manuscrito es "un compendio de información sobre remedios de hierbas, baño terapéutico y lecturas astrológicas" que se centra en la salud física y mental femenina. Salud, reproducción y crianza.
En lugar de estar escrito en código, él cree que su lenguaje y sistema de escritura eran comunes en el momento en que se escribió, y afirma que el documento es el único texto escrito en proto romance que sobrevivió.
Aunque algunos creen que el manuscrito de Voynich es un fraude, su vitela fue fechada hasta principios del siglo XV, y la mayoría de los estudiosos aceptan que el texto es contemporáneo. Lleva el nombre de Wilfrid Voynich, un comerciante de libros polaco que lo compró en 1912, pero se desconoce gran parte de la historia de su propiedad.
Aunque el significado del volumen atormentó a los expertos desde que llegó a la atención académica a principios del siglo XX; se dice que eludió tanto a Alan Turing como al FBI de la era de la guerra fría. Cheshire dice que descubrió sus misterios en solo dos semanas "utilizando una combinación del pensamiento lateral y del ingenio ".
Sin embargo, la teoría de Cheshire se ha encontrado con escepticismo entre los expertos medievales. "Lo lamento, gente, el 'lenguaje proto romance' no existe", escribió la doctora Lisa Fagin Davis, directora ejecutiva de la Academia Medieval de América, sobre el trabajo de Cheshire. "Esto es solo una tontería aspiracional, circular y autocumplida".
Cheshire, insiste: "Experimenté una serie de momentos eureka mientras descifraba el código, seguido de una sensación de incredulidad y emoción cuando me di cuenta de la magnitud del logro, tanto en términos de su importancia lingüística como de las revelaciones sobre el origen y el contenido del manuscrito".
La identificación de María de Castilla "tomó mucho trabajo", le dijo a 'The Guardian' por correo electrónico. "Pero ya había resuelto el códice, asique apliqué el pensamiento y el razonamiento lateral".
Chesire argumenta que el manuscrito se originó en Castello Aragonese, un castillo isleño de Ischia, y que fue compilado por monjas dominicanas como una fuente de referencia para el tribunal dominado por mujeres dirigido por María de Castilla, la esposa del rey Alfonso V de Aragón. La sobrina de María, señala en su papel, fue Catalina de Aragón, la primera esposa de Enrique VIII.
También afirma que el documento incluye imágenes de la reina María y su corte conduciendo negociaciones comerciales mientras se baña. Las anotaciones en cursiva en el texto pueden haber sido agregadas por ella.
"La Nación" de Argentina, GDA
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