(Foto: Difusión)
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Redacción EC

En lo últimos años, las posiciones de los padres respecto a la eran a favor y en contra, pero ahora la Organización Mundial de la Salud () ha identificado una tercera posición: los que tiene una postura indecisa o no definida sobre las vacunas, la cual ha sido considerada por la institución como una de las diez amenazas que generan mayor preocupación para la salud mundial este año.

La OMS señala que este grupo está conformado por personas que no están en contra de la práctica, sino que en realidad carecen de la información correcta o necesaria para incorporarla a sus
hábitos de prevención de enfermedades.

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En ese mismo contexto, la OMS reconoce a los profesionales de la salud como los principales asesores e influenciadores ante las decisiones relativas a la vacunación y los insta a proporcionar información fidedigna y creíble sobre esta.

Además, la institución señala que cada país debe desarrollar una estrategia para aumentar la aceptación y demanda de la vacunación, la cual debe acciones que generen compromiso y confianza de la comunidad hacia la práctica; prevención activa de población indecisa; evaluación constante de las inquietudes nacionales y un plan de acción ante una posible crisis.

Cabe mencionar que la OMS señala que la vacunación es la herramienta de prevención más costos efectiva que existe, ya que permite salvar hasta tres millones de vidas cada año y estima
que se evitarían más un millón y medio de muertes más, si se mejorara la cobertura mundial de las vacunas.

En ese sentido, presentamos cuatro mitos falsos más arraigados sobre la vacunación:

1. No es necesario vacunarse si la enfermedad no está presente en la comunidad o país

A pesar de que enfermedades que solían afectar a menudo a los niños ahora se han vuelto raras en muchos países y comunidades, los agentes infecciosos que las causan siguen circulando. Además, en un mundo tan globalizado e interconectado, pueden cruzar
fácilmente las fronteras geográficas e infectar a quienes no estén protegidos.

En este punto, el experto señala que las vacunas son una herramienta de protección colectiva, no solo para el grupo de la recibe sino para quienes no, explica José Quintini, director médico de Sanofi Pasteur

2. Las vacunas causan autismo

Este rumor surgió de un estudio publicado en Italia en 1998 que relacionaba la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) con el autismo. Sin embargo, en el año 2000 se demostró que la investigación tenía graves irregularidades relacionadas a conflictos de
intereses y fue considerada material fraudulento, por lo que fue la revista que lo publicó tuvo que retractarse.

El médico Andrew Wakefield, responsable de la investigación, fue sancionado por el Consejo General de Medicina de Reino Unido.

3. Es mejor contraer la enfermedad que vacunarse

Contraer la enfermedad conlleva asumir los riesgos propios de esta para que el organismo pueda desarrollar inmunidad. La vacuna, por el contrario, genera una respuesta inmunitaria similar a la producida por una infección natural, pero, a diferencia de esta, no conlleva riesgos graves de defunción o discapacidad.

4. No se deben aplicar vacunas múltiples a los niños pues es peligroso

No se han comprobado reacciones desfavorables ante las vacunas múltiples. Por el contrario, se recomienda no separar las vacunas ya que se retrasa la protección del niño contra ciertas enfermedades, lo que es riesgoso tanto para ellos como para la comunidad donde podrían propagarse. Incluso, los niños no vacunados podrían contagiar a mujeres embarazadas y causarles un aborto espontáneo o defectos congénitos al bebé, como ceguera, sordera o retrasos del desarrollo.

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