Investigadores franceses identificaron una anomalía cerebral específica del autismo que puede ayudar a diagnosticar de manera precoz esta enfermedad. A través de una resonancia magnética, se la puede hallar a partir de los dos años de edad.
El hallazgo, difundido por el Centro Nacional francés de Investigaciones Científicas (CNRS), se centra en un pliegue menos profundo que el resto en el área de Broca, una región del cerebro especializada en el lenguaje y la comunicación.
Según un comunicado, las mediciones clásicas de neuroanatomía habían fracasado hasta ahora en sus intentos por detectar los problemas de neurodesarrollo, relacionados con del autismo.
Los científicos evaluaron a 102 niños de entre dos y 10 años de edad y estudiaron el punto más profundo de cada surco del córtex cerebral, según explica el estudio publicado en la revista "Biological Psychiatry: Cognitive Neurosciences and Neuroimaging".
La investigación dividió a los niños en tres grupos, de acuerdo a si presentaban autismo clásico, un problema de desarrollo no especificado o no mostraran ningún síntoma del espectro autista.
Al comparar esos tres grupos, se percataron de que, en el área de Broca, la profundidad máxima de un surco era menor en los afectados de autismo que en los otros, una atrofia que además estaba "muy localizada".
Hasta el momento, según explican los científicos, el autismo se diagnostica en Francia únicamente a partir de síntomas clínicos, de la observación del menor y de entrevistas a los padres, y se establece de media a los cuatro años y medio de edad.
El descubrimiento del estudio francés puede ayudar a acelerar el diagnóstico y a tratar la enfermedad de forma más precoz, afirman los investigadores.
Fuente: EFE