(Foto: captura de YouTube)
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Diego Suárez Bosleman

Conocida por sus efectos en la salud, y por su uso milenario, la es parte de la cultura peruana. Sin embargo, para los deportistas profesionales significa peligro, pues su uso puede poner en riesgo sus carreras.

—Un mate de temer—

“La hoja de coca es un estimulante. Te mantiene despierto, disminuye la fatiga y el hambre”, explica a El Comercio Alfonso Zavaleta, médico y farmacólogo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y asesor científico de Cedro.

“Cuando una persona toma mate, con una sola bolsa filtrante, está consumiendo como máximo 1,3 miligramos de cocaína”, asevera.

Esa pequeña porción es desdoblada en el hígado, donde se produce el metabolito benzoilecgonina, que tarda tres días en liberarse a través de la orina. Según Zavaleta, un sorbo de té con un gramo de hoja de coca filtrado provocará un resultado adverso en una prueba antidopaje. Basta que los sistemas de detección encuentren una sola molécula de benzoilecgonina en el deportista para vincularlo con el consumo de la droga.

—Contaminación—

En el 2010, la fondista peruana Inés Melchor fue suspendida un año tras detectarse en su organismo componentes de la cocaína. La deportista negó haber consumido la droga o un mate de coca, pero indicó que sí tomó un emoliente durante su participación en el Campeonato Sudamericano de Cross Country, disputado en Ecuador. Alegó que dicha bebida estaba contaminada. Este mismo argumento es el que sostiene la defensa de Paolo Guerrero. Pero no son los únicos casos.

La atleta huancaína Karina Villasana pasó una situación idéntica. Aunque mantuvo un cauto silencio, aseguró que no tomó nada contraindicado. No obstante, en círculos privados se comentaba que ella habría bebido mate de coca la noche previa a su competición en los Juegos Sudamericanos de Medellín, 2010 donde ganó una medalla de oro. Zavaleta indica que en el mercado informal no se puede asegurar que una infusión con hierbas mezcladas no tenga hoja de coca, común en Sudamérica. Esta combinación –recalca– no reduce la concentración de cocaína que ingresa al organismo, por lo tanto igual se da un resultado positivo en el control antidopaje. ¿Y qué hay si se usa un vaso mal lavado, donde antes se consumió un mate de coca? Para el experto quedaría solo una parte mínima que no podría ser identificada. “Al terminar un vaso con mate de coca, queda un rastro mínimo. Al lavarlo se reduce más. Cuando recibe un nuevo líquido la disminución es mayor”, dice el experto de la UPCH. —Un encuentro cercano— El canadiense Shawn Barber iba a representar a su país en los JJ.OO. de Río 2016, en salto de pértiga, cuando una prueba antidopaje reveló la presencia de benzoilecgonina en su cuerpo. Sorprendentemente, se le permitió participar en esta competencia. En su caso particular se determinó que el consumo fue accidental. Barber, un día antes de competir, tuvo relaciones sexuales con una mujer. Esta admitió ante una corte haber consumido cocaína antes del encuentro. Aunque suene jalado de los cabellos, se trata de una contaminación indirecta, según Zavaleta. “Es posible. Si besas a una persona que tiene restos de polvo de cocaína en la boca, te lo va pasar también. Esos restos se absorben”, comenta el médico. La cocaína también puede ingresar al cuerpo de forma accidental, a través de medicinas. Pero este tipo de tratamientos es muy restringido, recalca. Dato: 50% de los metabolitos liberados al desdoblarse la cocaína en el hígado es benzoilecgonina, según Alfonso Zavaleta.

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