Se le conoce como "orgasmo cerebral" o ASMR -o Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma- y es un extraño hormigueo en la cabeza causado por ciertos sonidos e imágenes. Desde hace un tiempo ha venido creciendo una extraordinaria comunidad online de quienes lo "padecen". Ahora, los científicos están empezando a investigar sus posibles causas.
Hay videos con alguien murmullando o arrugando un papel o rascando alguna superficie; los hay también de personas doblando toallas con mucho cuidado o sacando cosas de cajas, sin olvidar los de una gente haciéndose masajes o los de otra que pretende ser doctor, terapista, peluquero o esteticista "examinándote" o "maquillándote la cara"...
Todo esto existe porque hay gente a la que estos videos les parecen profundamente relajantes, y dicen que los ayuda a desestresarse y a dormir.
Pero, a pesar de que aún no se sabe qué pasa exactamente en nuestros cuerpos para que se dispare esa sensación tan placentera con actividades tan mundanas, hay indicios de que científicos serios ya están interesados en explorarlo, aunque esto los exponga a la burla de aquellos que no experimentan ASMR y por ello piensan que todo es un poco loco.
(Para efectos de transparencia: yo experimento ASMR pero mi esposa, que no lo siente, piensa que estoy chiflado).
Atención personalizada
Hace poco viajé a Sheffield, Inglaterra, a reunirme con cuatro estudiantes de doctorado que están explorando qué le pasa a la gente a la que ciertos videos le produce ASMR.
Giulia Poerio, Tom Hostler y Emma Blakey han experimentado orgasmos cerebrales. Theresa Veltri, no. En una sala de conferencias del departamento de Psicología de la Universidad de Sheffield, me conectaron a unos monitores diseñados para medir mi pulso, respiración, temperatura y conductancia de la piel mientras veía tres videos.
Uno de ellos lo escogí yo mismo pues en el pasado me había provocado orgasmo cerebral: era Emma WhispersRed, la "artista de ASMR". El segundo era de Maria Gentle Whispering, basada en Estados Unidos, experta en doblar toallas y la productora más popular del mundo de videos ASMR.
El tercero mostraba a un hombre enseñando cómo hacer pasta, brusco y ruidoso; todo lo opuesto al tono discreto y ritmo lento de los videos diseñados para inducir orgasmos cerebrales.
A mí personalmente, muchos de los videos ASMR no me convencen y no me hacen efecto.
Cuando revisamos los resultados, la reacción más fuerte que tuve fue con el profesor de pasta, mientras que los otros dos me dejaron frío.
Pero sí sentí un hormigueo muy distintivo antes de mirar los videos, cuando Theresa Veltri me estaba preparando para la sesión, metódicamente pegando los sensores a mis dedos y explicándome en voz baja el proceso.
Ese tipo de "atención personalizada" ha sido ampliamente registrada como desencadenante de ASMR, y es lo que los videos en los que se pretende ser doctor/terapista/esteticista tratan de replicar.
¿Horripilante o sexual?
Los investigadores me dijeron que el estudio trata de establecer, en primer lugar, que los orgasmos cerebrales efectivamente existen.
"Información anecdótica parecen indicar que ASMR es algo que induce relajación en la gente", dice Emma Blakey. "Basados en el estudio fisiológico que estamos llevando a cabo, esperaríamos ver señales de ello, como desaceleración del pulso o de la respiración".
En otras palabras, el equipo está en pos de evidencia de que no es algo que está sólo en la cabeza de la gente.
"A mucha gente, especialmente a quienes no lo sienten, les parece muy raro", dice Tom Hostler. "Y, debido a que tantos de los disparadores son tan mundanos, hay mucho escepticismo".
El equipo no tiene que ir muy lejos para encontrar a un escéptico: a Veltri muchos de los videos le parecen francamente horripilantes o de una naturaleza sexual.
"Están moviendo sus manos lentamente, tocando cosas, susurrando -señala-. Entiendo que eso pueda ser relajante pero cuando alguien está tocando objetos fálicos...".
Gloria Poerio dice que entiende la razón por la cual la gente puede pensar que el atractivo de esos videos tiene que ver con algo sexual: muchos muestran jóvenes atractivas acercándose al espectador, a menudo como si le estuvieran susurrando algo al oído.
Sin embargo insiste en que el sexo no tiene nada que ver.
"La gente que experimenta ASMR sabe que no es sexual: no se excitan", asegura.
No sabemos mucho pero...
Una vez establezcan que hay un efecto cuantificable en el cuerpo al sentir orgasmos cerebrales, el equipo espera que su investigación abra el camino para un uso más amplio de la ASMR para la salud.
"Mucha de la gente a la que le hemos hecho la prueba y la que comenta en los videos de YouTube dice que los hace sentirse muy relajados y particularmente que les ayuda a quedarse dormidos", señala Hostler. "Por eso pienso que definitivamente hay un aspecto terapéutico en ello. Lo que necesitamos hacer es investigar qué es lo que lo hace terapéutico, para que lo podamos afinar".
Estas ideas alarman a algunos profesionales, como Francis McGlone, un neurocientífico de Liverpool John Moores University, a quien le preocupa que personas con trastornos graves como la depresión intenten curarse mirando videos.
Pero otros científicos están aceptando ese aspecto de ASMR.
El que supuestamente es el primer estudio científico revisado por otros expertos que se ha publicado sobre ASMR fue escrito por dos psicólogos de la Universidad de Swansea, Nick Davis y Emma Barratt, quienes entrevistaron a casi 500 personas sobre sus orgasmos cerebrales.
Concluyeron que la ASMR "provee alivio temporal para quienes sufren de depresión, y muchos individuos lo usan conscientemente con ese propósito. Muchos reportaron que incluso sin las sensaciones de hormigueo, sentían que su ánimo y los síntomas de dolor mejoraban".
Mirar algo que te provoque un orgasmo cerebral puede ser beneficioso, señala Nick Davis.
"Si sientes que estás experimentando los síntomas de depresión o estás persistentemente de mal ánimo, sin duda tienes que buscar ayuda profesional", advierte.
"Pero todos pasamos por períodos de estrés o de ánimo bajo, y nos sentimos un poco tristes: la ASMR es algo que podría usarse para darte un poco de 'tiempo para ti', como tomar una tina caliente o salir a trotar. No me parece que tenga nada de malo".
Aún hay mucho que no sabemos sobre la ASMR.
Establecer que la gente que dice sentir el hormigueo en sus cabezas también está relajada es apenas el primer paso. Todavía no tenemos ni idea de la razón por la cual su estado de relajación se manifiesta de esa forma tan particular.
Tampoco sabemos si hay un vínculo con fenómenos comparables, como ese cosquilleo o piel de gallina que les da a algunas personas con la música.
Desconocemos qué porcentaje de la población tiene orgasmos cerebrales.
Y no sabemos si tienen algún lado negativo (no parecería, pero uno nunca sabe).
Lo que sí sabemos es que el número de videos de ASMR sigue aumentando... y, con suerte, nos están haciendo bien, aunque parezca extraño.