Un animal carroñero, como el buitre, es capaz de escarbar en las vísceras de animales muertos desde hace varios días. (Foto: Pezibear en pixabay.com / Bajo licencia Creative Commons)
Un animal carroñero, como el buitre, es capaz de escarbar en las vísceras de animales muertos desde hace varios días. (Foto: Pezibear en pixabay.com / Bajo licencia Creative Commons)
Redacción EC

Cuando una criatura muere, sus defensas naturales fallan y empieza a ser devorado por bacterias descomponedores en solo 5 minutos. Para evitar ser comidos por carnívoros más grandes, algunos de estos microorganismos producen toxinas como ántrax y botulina, que en pequeñas dosis son fatales para la mayoría de animales. Entonces, ¿cómo es que un animal carroñero no se enferma al consumir esta carne? Se pregunta el canal de MinuteEarth.

Un animal carroñero, como el cóndor, buitre, la hiena o el mapache, es capaz de escarbar en las vísceras de animales muertos desde hace varios días. Su manjar está precisamente en aquellos elementos mortales para otros animales. Pero curiosamente, el control de calidad es una de sus primeras líneas de defensa.

Lobos y zorros han sido conocidos por dejar pasar cadáveres de renos enfermos a favor de presas matadas por otros predadores, aunque no es muy claro aún cómo pueden distinguir la diferencia. Y, a pesar de su reputación, las hienas moteadas prefieren comer carne fresca, minimizando su contacto con microbios. Pero hay veces en las que solo se pueden encontrar carne muy podrida.

Buitres y escarabajos carroñeros prefieren comer la carroña podrida porque es más fácil de encontrar. Este alimento es fácil de detectar, comer y de defender. Para evitar que les 'caiga mal', los escarabajos rocían los cadáveres con baba antimicrobial antes de empezar a 'almorzar'. Pero los buitres combaten a los microorganismos nocivos con su ácido estomacal diez veces más ácidico que el humano, tan fuerte como para corroer acero.

Pese a estos métodos descritos, hay patógenos como el botulismo y tétano que logran sobrevivir.

Evolución

Se desconoce cómo los buitres sobrevivieron a sus primeras exposiciones tóxicas, pero la ciencia explica que con cada encuentro, sus sistemas inmunes producen más anticuerpos creando así una resistencia bastante fuerte contra las toxinas.

Socializar también es otro impulso inmune para los carroñeros. Por ejemplo, hienas y leones frecuentemente comparten pequeñas dósis de gérmenes al procrear, comer y competir con otros. Este acto, probablemente, haya ayudado a desarrollar inmunidad grupal a toxinas como el ántrax.

Contenido sugerido

Contenido GEC