(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)
Diego Suárez Bosleman

Renzo es periodista de El Comercio. Hace cuatro años, él regresaba a su casa en un bus cuando de pronto un hombre empezó a convulsionar. Tenía una jeringa clavada en la pierna. El conductor se dirigió rápidamente a la clínica más cercana. Pero al llegar, miembros del centro se negaron a aceptar al afectado, ya que –argumentaron– no se sabía quién era. Finalmente, la presión de todos los pasajeros del bus obligó a que el hombre fuese examinado.

Si bien es cierto que este evento no se refiere a las mediáticas negligencias médicas, sí se trata de una situación en el que casi se vulnera uno de los derechos que todos tenemos como usuarios de los servicios de la salud. Lamentablemente, existe poco conocimiento sobre cuáles son estos o en qué mecanismos apoyarse en caso de que dichos derechos se vean afectados.

–Tus derechos–

“Cuando uno está en una situación de emergencia y acude a un establecimiento médico, tiene que ser atendido indistintamente de si tiene un seguro, un documento de identidad o dinero. Es decir, este tipo de atención no puede condicionarse a ninguna clase de factor”, le dijo a este Diario Carmen Méndez, intendente de promoción de derechos de salud de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud).

(Infografía: Antonio Tarazona)
(Infografía: Antonio Tarazona)

Es esta entidad pública la encargada de velar por los derechos en salud de los peruanos y de fiscalizar los establecimientos médicos, tanto públicos como privados. De acuerdo con Méndez, estos derechos se dividen en cinco grupos: acceso a los servicios de salud, acceso a información, atención y recuperación, consentimiento informado y protección de los derechos.

De los aproximadamente 72 mil casos que Susalud atendió hasta noviembre de este año, los principales reclamos se refieren a la falta de medicamentos, las largas esperas para tener una cita médica, el condicionamiento de la atención de emergencia y la pérdida de la historia clínica del paciente.

Méndez explica que este último problema puede reducirse empleando un derecho poco conocido: solicitar una copia del historial médico. Ningún centro de salud puede negarse a dicho pedido, que es de suma importancia para aquellos que se atienden a la vez en distintas especialidades, los que buscan segundas opiniones o los que viajan constantemente por el país.

Pero a pesar del gran volumen de derechos vulnerados, Méndez sostiene que en las personas hay un temor de preguntar, cuestionar o reclamar al médico. A veces las personas piensan que este les está haciendo un favor y si uno lo molesta o lo incomoda, luego atenderá mal.

–El centro es el paciente–

Uno de los principales factores que pueden desencadenar la vulneración de los derechos de los pacientes es una deficiente relación entre estos y el médico. Varios expertos opinan que este vínculo se ha despersonalizado. Ante este problema ha surgido una nueva tendencia: la medicina centrada en la persona.

“Todavía existe la idea de que el médico trata enfermedades, cuando no es así. Vemos enfermos, personas. No solo nos interesa el tema biológico que aqueja al paciente, sino también su aspecto cultural, familiar y económico. Eso es la medicina centrada en la persona”, explica Herman Vildózola, presidente de la Asociación Peruana de Medicina Centrada en la Persona.

De acuerdo con el especialista, esta tendencia implica reestructurar la atención primaria de salud.

“¿Cómo quieres mejorar la relación con el paciente si cada médico en los grandes hospitales solo tiene 10 o 15 minutos por consulta? Hay que entender que aproximadamente el 80% de los problemas de salud se debe y puede resolver en el primer nivel de atención: en los centros médicos o postas médicas del Ministerio de Salud.

Para Vildózola, potenciar este sistema básico aliviaría el gran flujo de pacientes en los hospitales. Pero señala que existen dos problemas claves. El primero es que usualmente las personas van directamente a un médico especialista y no a uno general. El segundo es que existe la percepción de que, al no tener la misma tecnología que los hospitales, las postas médicas son menos eficientes.

Pero así como es necesario cambiar este sistema primario de atención, Vildózolo señala que también es primordial sensibilizar a los médicos.

–Para tener en cuenta–

1. Si a una persona se le explican los beneficios y riesgos de algún tratamiento, pero se niega a pasar por él por cuestión de cultura, religión, etc., se tiene que respetar su decisión.

2. Cuando uno ha tenido una atención que considera inadecuada, puede registrar su queja en el libro de reclamaciones del centro médico. Si la respuesta demora –hay un lapso de 30 días útiles– uno puede elevar su queja a Susalud.

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