La popularización de Internet dio pie a la aparición de redes sociales y, luego, el mayor acceso a la telefonía celular y a conexiones móviles contribuyeron a su crecimiento. Pero las redes sociales se han convertido también en el principal vehículo para la transmisión de noticias falsas, ‘fake news’ o noticias de la posverdad que siguen causando un efecto negativo en la sociedad.
En un intento por controlar esta situación WhatsApp –plataforma de mensajería móvil, propiedad de Facebook– anunció esta semana que restringirá el número de veces que un usuario pueda reenviar un mensaje.
En julio del 2018, WhatsApp implementó medidas de seguridad en la India, incluyendo la limitación del número de usuarios a los que se puede reenviar un mensaje. También publicó anuncios publicitarios en los periódicos para crear conciencia sobre las 'fake news'.
Esta decisión se produjo tras las amenazas del Gobierno Indio de tomar acciones luego de que turbas enloquecidas masacraran a más de 20 personas acusadas de secuestro de niños y otros delitos en mensajes virales de WhatsApp que circularon ampliamente.
La compañía aseguró que la decisión de extender las restricciones a todos los usuarios vino luego de una evaluación de seis meses de los comentarios de los usuarios. “El límite de reenvío redujo significativamente los mensajes en todo el mundo”, dijo la compañía en un comunicado.
Como otro aspecto de su estrategia para luchar contra estos fenómenos, Facebook anunció una inversión de US$300 millones en los próximos tres años en proyectos periodísticos. “Vamos a continuar la lucha contra las 'fake news', la desinformación y las informaciones de baja calidad”, explicó en una entrada colgada en la propia red social Campbell Brown, vicepresidenta a cargo de la relación con los medios.
—SERIO PROBLEMA—
Pese a que generan desinformación y reacciones desafortunadas, muy poca gente toma en serio el problema de las 'fake news'.
“Es porque vivimos en esta burbuja construida por los algoritmos de Facebook, Google y otras redes. Finalmente, el contenido que consumimos –si nos descuidamos– termina siendo un reflejo de nuestra propia realidad. Si queremos creer que, por ejemplo, la Tierra es plana vamos a terminar buscando ese tipo de contenido y el algoritmo va a reforzar esa preferencia, dándonos contenido similar o relacionado, sin discernir si es una noticia verdadera o no”, explica a El Comercio Miguel Ugaz, director de contenidos de MU Marketing & Content Lab.
Pero la responsabilidad de mejorar esta situación no es solo de las redes sociales. “La solución atañe a los que producen, los que distribuyen y a los usuarios que comparten esa información falsa. Si esta no es compartida pierde su efecto. Pero eso sí, los ciudadanos tenemos que entender qué se debe compartir: no porque me impacte, porque me dé miedo o porque yo crea que es verdadero es necesariamente un contenido real”, dice Augusto Ayesta, consultor en comunicación y reputación y CEO de Trend.pe.
Sostiene que debemos aprender a “analizar mejor la procedencia de la información que consumimos en línea”.
CLINTON VS. TRUMP
El término ‘fake news’ se popularizó durante las elecciones en EE.UU. del 2016 cuando Facebook y Google se inundaron de esas noticias.
LA CIFRA
300 millones de dólares invertirá Google en varios proyectos para combatir las ‘fake news’ y apoyar a los medios considerados confiables.