Los amigos y la familia de Martin hicieron que la transición a una nueva forma de vivir la vida sea 'sencilla'. (Foto: YouTube)
Los amigos y la familia de Martin hicieron que la transición a una nueva forma de vivir la vida sea 'sencilla'. (Foto: YouTube)
Redacción EC

Para el paracaidista Jarret Martin, la mejor forma de disfrutar del paisaje de Dubái es desde más de 3 mil metros de altura. Lo sabe bien porque se lanzó en paracaídas más de mil veces sobre la ciudad, lo hizo hasta que un accidente lo dejó paralítico. Pero gracias a adaptaciones a su estilo de aterrizaje, equipos modificados y mucha determinación, pudo volver a volar, cuenta la serie de Great Big Story.

"Saltar en Dubái es espectacular, es diferente a cualquier otro lugar donde he hecho paracaidismo. Una vez que estoy en el cielo, es como si fuera como cualquier otra persona", dice Martin desde su silla de ruedas.

Martin es oriundo de Seattle (Washington, EE.UU.). Tiene 26 años de edad. Toda su familia se dedica al paracaidismo, desde su abuela que enseño a su padre a volar hasta sus hermanas y tíos. Él lo practicó durante más de diez años: su primer salto fue a los nueve años de edad junto a su padre y empezó a saltar solo cuando cumplió los 15. "Y he sido amante del paracaidismo desde entonces", dice.

Un raro accidente de paracaidismo lo dejó inhabilitado por ocho años. Sucedió cuando tenía 18 años de edad. "Fue un trágico accidente, pero creo que al final lo que realmente me hizo es ser más fuerte, y tal vez incluso una mejor persona", dice. "Cuando estaba lesionado, lo que realmente me salvó fueron los atributos de tipo familiar en el paracaidismo que tienen uno con el otro. No hubo tiempo para mí para estar deprimido ni para estar triste".

Los amigos y la familia de Martin hicieron que la transición a una nueva forma de vivir la vida sea 'sencilla'. Así, se mudó a Dubái en 2013, desarrolló algún interés en el centro Skydive Dubai y fue allí donde obtuvo una 'segunda oportunidad': trabajar a tiempo completo en su próximo vuelo.

"Es toda una producción para mí saltar en paracaídas. Es decir, el propio saldo de caída de un avión, eso es fácil, pero [lo difícil] son todas las cosas que conducen hasta conseguir estar en el avión y volver a estar en mi silla de ruedas. No podría hacerlo sin mis amigos. Y son absolutamente increíbles".

El equipo de paracaídas de Martin tiene un par de adaptaciones para que él pueda saltar: son un dispositivo de retención que sujeta sus piernas y así evite que aleteen fuera de control durante el salto y la forma en que aterriza, prácticamente echándose de a pocos sobre el piso. De esta forma ya saltó cerca de 5 mil veces con la libertad de volver a intentarlo una y otra vez.

"Cuando estoy en la zona, soy yo como me gusta hacer mis cosas, es bueno saber que hay gente a la que estoy ayudando, ya se trate de personas con discapacidad tratando de conseguir que hagan lo que ellos piensan que pueden hacer. Porque si yo puedo hacer paracaidismo, cualquier puede hacer lo que sea. Y ya se trate de una persona inhabilitada o no, creo que inspiro a todos a esforzarse para hacer cosas que nunca pensó que era posible".

Más noticias de Tecnología en...

Contenido sugerido

Contenido GEC