Lorena Salmón: "Oído a la música"

Adele es la nueva portada de la revista “Time”. Al verla con su piel maravillosa y prolija, sus ojos gigantes y profundos, sus pestañas infinitas, maquillada increíble y con un saco color rojo Navidad pienso que es una gigante, una poderosa. Solo con su voz puede, como el flautista de Hamelin con su flauta, dejarnos a todos en estado de alucinación.

Vaya voz. Y vaya ella; siempre me pareció preciosa. Su cara es de una muñeca, con una boca intimidadora y una naturalidad y seguridad de envidia. La leo en la entrevista de las páginas interiores y me parece real: ella canta así porque así lo vive, porque se hace pedazos y se levanta, porque es humana y no tiene miedo de mostrarse como es porque -¿saben qué ha dicho?- siempre se ha gustado así  misma. 

Ok. Paremos en este punto: sabemos que la aceptación personal es como el primer ladrillo de nuestra fortaleza, de nuestro castillo. Aceptarnos como somos es, además, uno de los retos más grandes porque siempre tendemos a mirarnos con ojos más juiciosos y exigentes. Pero si no lo hacemos, no tiene sentido buscar esa aceptación en otras personas ni buscar una satisfacción falsa. 

Adele, por eso, admite nunca haber querido cambiar. Si bien antes la fama la incomodaba porque todos se sentían con derecho a opinar sobre ella, sobre cómo lucía o sobre su peso, ahora sabe lidiar con ello y ha afirmado que ella jamás se operaría por nadie. Ha aprendido a aceptarse como es. Así que los demás lidien con eso. 
Como segundo punto hace hincapié en el hecho de estar en contacto con ella misma. Uno debe conocerse y respetarse, seguir su intuición todo el tiempo, escuchar su corazón, nunca traicionarse. 

Adele confiesa que es un factor clave para permanecer con los pies en la tierra. Cuando está fuera de escenarios o de tour, solo la acompaña su novio, que no tiene nada que ver con la fama -como ella lo ha dicho en repetidas ocasiones- y su hijo. 

Ese saber quién eres también es indispensable para nosotras comunes terrícolas: solo así sabremos qué camino queremos tomar y cuáles serán las rutas que seguiremos. Imagínense, de pronto y nos ponemos a cantar como ella. 

Me gusta que sea tan sensata y creo que solo por eso puede expresarse así en el “Times”, con tanta sabiduría. Creo, además, que esa sensatez es la que le permite conectar tanto con nosotros,  a través de su música. Ella canta y nosotros le decimos: ¡hello!