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1 / 5 Haz un menú semanal (o algo similar) y trata de seguirlo. Evita vivir a punta de delivery porque, salvo que pidas ensaladas (hecho que ponemos en duda), gastarás de más y tendrás una dieta poco sana. Si trabajas fuera de casa, prueba con hacerte lonchera. El ahorro en comida será considerable. (Foto: Shutterstock)
2 / 5 Antes de soñar con nuestro primer depa, hay que coger calculadora o una plantilla de Excel y sacar cuentas. Para organizarte haz un presupuesto promedio de gastos fijos (mantenimiento, servicios, comida, transporte). (Foto: Shutterstock)
3 / 5 Apenas algo esté por agotarse (desodorante, papel higiénico, comida) apúntalo en una lista. Y haz la compra semanal con lista en mano para evitar gastar de más. (Foto: Shutterstock)
4 / 5 Que alguien de gran confianza (padres, mejor amiga) tenga una copia de tu llave por si la dejas u olvidas y puedas llamarlo a cualquier hora si te quedas fuera. (Foto: Shutterstock)
5 / 5 Para no olvidarte de pagar las cuentas, puedes autorizar a tu banco a que haga débito automático de tus principales servicios. El riesgo es que el casi siempre infalible sistema se equivoque un mes y te cobre doble, pero es casi imposible. (Foto: Shutterstock)
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El entusiasmo no es suficiente para iniciar la aventura de vivir sola. Sobre todo en un país como el nuestro, donde aún es común que el joven promedio viva con sus padres, entre otras razones, “para ahorrar para el futuro”.
Animarse a dejar el nido requiere de un plan previo, algunas plantillas de Excel y un presupuesto bien definido. No es tan aterrador como suena, pero es importante tomar en cuenta ciertos consejos.
En la galería que acompaña esta nota, conoce algunos factores que debes considerar antes de mudarte sola.
