“El cachorro solitario” es un personaje ilustrado que nació hace varios años de la imaginación del artista japonés Yoshimoto Nara. Este perrito incluso protagonizó un cuento para niños donde era tan grande que nadie lo miraba, hasta que un niña decidió subir muy alto para conocerlo de cerca y ser su amiga.
Así fue que el artista peruano Neil Gayoso nombró a su perrita, inspirado en aquel artista y su cachorro imaginario. Apenas la conoció, la llamó Nara, y a diferencia de la niña del cuento, Neil no subió interminables metros para conocerla, pero sí recorrió varios kilómetros para llegar al albergue de donde la adoptó.
“Hace unos 5 años me pasaron la voz por Facebook que alguien había encontrado a una perra adulta caminando sola en San Isidro. La llevaron a un albergue, pero nadie la quería adoptar por su edad. A mi me cayó súper bien de arranque, y fue perfecto porque ya no había sitio para ella, su situación era complicada, así que me la llevé y aquí estamos”, comenta Neil mientras ve a Nara correr por el parque y saludar a otros perros.
Neil Gayoso es un limeño cuyo nombre ha venido sonando fuerte entre ilustradores, artistas y fabricantes de prendas de vestir vanguardistas. Su marca Lama, con diseños surrealistas, lo llevó, junto a su socia Sara Lima, a abrir tiendas y una galería de arte en Lima, a trabajar con Prom Perú, a exportar ropa, a participar en algunas ferias en el extranjero y a colaborar con la marca de ropa M.Bö.
Y dentro de toda esta movida artística interna, los animales nunca fueron ajenos a Neil.
“Soy mucho de dibujar animales y personajes con máscaras y mascotas, por eso puedo decir que mis perros sí me han influenciado, y lo siguen haciendo. En las noches, cuando los saco a pasear, me quedo observándolos un buen rato. Ellos tienen un comportamiento que si estás atento y te gusta, te aporta muchas ideas. A mi me sirve de mucho para mis creaciones... No puedo imaginarme qué habría sido sin ellas, principalmente con Nara”, comenta Neil.
El nombre de Nara está bien cercano a lo que este artista hace, pero esta amigable perrita no fue su primera experiencia adoptando una mascota.
Hace 16 años, un amigo del hermano de Neil rescató a una cachorrita desnutrida y llena de rasguños de un basurero en Lima. Como en esa época la familia de Neil tenía una casa en Ica, decidieron recibir a la perrita peruana sin pelo y la llamaron Jacinta.
“Resultó ser increíble. Claro, ya con la edad comenzó a perder la vista y ya lleva unos 3 años ciega, tengo que estar atento cada vez que la saco porque le encanta meterse en la acequia del parque”, comenta Neil mientras Jacinta camina por la tierra húmeda de la acequia.
Neil ha tenido dos experiencias completamente opuestas en cuanto a adoptar perros: crió a una desde cachorra y recibió a la otra en una edad en la que muy pocos se animan a adoptar.
“Hay esa costumbre de querer tenerlos desde cachorritos y querer verlos crecer, pero creo que a la larga eso pasa rápido e finalmente tienes un compañero por años. Es increíble ir descubriéndolos y entendiéndolos, es lo más bonito de tener un perro adoptado adulto. Por ejemplo, Nara tiene un trauma con las escaleras, no las sube por nada, y por otro lado le encantan las piedras. ¿Qué le habrá pasado? Ni idea, solo sé que con un poco de amor y dedicación les puedes cambiar la vida. Es lindo darles una oportunidad, y ellos lo saben, estoy seguro que lo saben. Yo siento que ahora Nara, después de haber pasado un año escapándose cuando la soltaba, no se volverá a escapar nunca más”, comenta Neil entre risas.