El episodio del general Montgomery en Lima y su opinión sobre una Tercera Guerra Mundial
La conversación con Bernard L. Montgomery, el mariscal británico héroe viviente de la peor guerra del siglo XX se dio en su visita a Lima en mayo de 1957. El militar estuvo de paso por la capital antes de arribar a Chile, donde vivía su hijo.
Bien entrada la década de 1950, El Comercio anunció la visita a Lima de un personaje histórico: el mariscal de campo británico Bernard Law Montgomery (1887-1976), uno de los líderes militares más condecorados de la Segunda Guerra Mundial. El inglés lideró el Octavo Ejército que, en 1942, había obtenido la primera victoria terrestre para los aliados en El Alamein, Egipto. Un triunfo que lo convirtió en una leyenda militar.
LLEGADA A LIMA
Eran las cuatro de la tarde de ese sábado 18 de mayo de 1957, cuando el general Montgomery llegó al aeropuerto de Limatambo a bordo de un avión Convair 240 del Comando Aéreo del Caribe. El mariscal de campo descendió del bimotor luciendo un uniforme verde oliva (del Ejército Británico) y una gorra militar azul con una banda roja. Esta vez no llevaba su habitual boina negra de guerra.
Allí lo recibió el embajador de Gran Bretaña en el Perú, William Montagu-Pollock. Después fue presentado a algunos funcionarios de esa institución; así como al general Manuel Cossío, presidente de la Junta del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y a otros altos jefes del Ejército peruano. Luego, una fila de militares lo saludó con todos los honores. Al mismo tiempo, una banda tocó el Himno Nacional del Perú y el “Dios Salve a la Reina” británico. El héroe de guerra era homenajeado por todo lo alto.
Enseguida, el general Montgomery caminó lentamente y observó la formación, el porte y las armas de los soldados peruanos. Esto evidenció sus cualidades como hombre de combate. Luego, varios fotógrafos y periodistas se arremolinaron en el lugar para capturar alguna instantánea del histórico momento. En un gesto de humildad, el héroe de la Segunda Guerra Mundial saludó con la mano a las numerosas personas que se acercaron a la terraza del terminal aéreo.
Posteriormente, el histórico guerrero conversó en francés con varios oficiales peruanos. Minutos después, se dirigió junto a su ayudante, un coronel de la Fuerza Aérea de EE.UU. y el embajador de su país, a su hospedaje en la residencia de la embajada británica, en Santa Beatriz. Desde allí hablaría para los medios de comunicación.
DECLARACIONES PARA EL COMERCIO
Horas después de su llegada a la residencia, el general Montgomery ofreció una conferencia de prensa desde el jardín de la embajada británica. Allí dio una breve exposición sobre la paz y la guerra. El militar inglés le manifestó al cronista de El Comercio que al inicio de la Segunda Guerra Mundial: “Los gobernantes (de los aliados) pensaron que se podría trabajar con los rusos, pero pronto se dieron cuenta de que habría dificultades”, ya que vieron cómo los moscovitas tenían la intención de dominar el mundo.
Luego contó un hecho que sucedió cuando él era Jefe del Estado Mayor del Ejército Británico en 1948. Ese año, “un grupo de naciones comenzó a sentir miedo de Rusia”; por eso, los cinco países que conformaban ese bloque decidieron crear una tropa defensiva. Es así como Montgomery fue designado Jefe de la Fuerza Defensiva de Europa Occidental.
Al ser consultado por el uso de armas nucleares, el mariscal de campo dijo que estas eran “importantes para la defensa”, dentro de una buena estrategia militar. Sin embargo, expresó que el poder de destrucción de estas armas no generaría ningún beneficio para las partes que intervengan en un conflicto. Confesó, además, que veía improbable una Tercera Guerra Mundial, pero que sí podría haber “pequeñas batallas” entre naciones.
También tuvo palabras de elogio para los soldados que lo recibieron en el aeropuerto limeño. Montgomery expresó que pudo ver combatientes muy jóvenes y con buen porte. Por eso, consideró que nuestro país poseía una buena base militar. Un punto clave para una nación y su defensa.
Antes de terminar la reunión, el general dijo que “para él es un placer estar en Lima”. Contó que jamás había estado en Sudamérica. Asimismo, recalcó que no perdía la esperanza de volver en algún momento para conocer mejor nuestro país. Finalmente, el viejo guerrero comentó que en una semana volvería a pasar por Lima, para luego dirigirse al Viejo Continente.
EL HEROE VISITA PALACIO DE GOBIERNO
Tras finalizar la conferencia de prensa, el mariscal británico se dirigió al Ministerio de Guerra. Allí se reunió con los ministros de Guerra, Marina y Aeronáutica. Durante la conversación, el general Montgomery se interesó por diversos aspectos de nuestra organización militar, como la duración de los cursos que se dictaban en las escuelas del Ejército.
Luego, el héroe de guerra se dirigió a Palacio de Gobierno, donde fue recibido por el jefe de la Casa Militar, Pedro Sarmiento, y por el director de Protocolo, César de la Fuente. Ellos trasladaron al ilustre visitante con el presidente Manuel Prado Ugarteche.
La mañana del lunes 20 de mayo de 1957, el general Montgomery se dirigió al aeropuerto limeño para partir hacía Santiago de Chile. En ese país vecino lo esperaba su hijo.
El famoso mariscal británico fue despedido por el general Manuel Cossío, el teniente Fernando Toledo y varios miembros del Ejército peruano y personal de la embajada británica. Es así como uno de los líderes militares más condecorados de la Segunda Guerra Mundial pasó por nuestra capital, dejando la sensación de que personificaba la propia historia de la guerra en el siglo XX.