¿Sabías que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en el mundo? Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de afecciones cobra 17,9 millones de vidas al año. Por ello, es fundamental tener en cuenta la importancia de los hábitos saludables y los chequeos preventivos para evitar la aparición de estas patologías o el empeoramiento de las mismas. En esta ocasión, conversamos con dos expertos en el tema para conocer las acciones que debemos incluir en nuestra rutina para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
“Las enfermedades cardiovasculares son un grupo de afecciones que perjudican el corazón y los vasos sanguíneos. Este grupo de patologías puede influir en una o varias partes del corazón y/o los vasos sanguíneos. Es preciso mencionar que una persona puede ser sintomática (experimentar físicamente la enfermedad) o asintomática (no sentir nada en absoluto)”, estableció el Dr. Luke Laffin, cardiólogo de Cleveland Clinic.
Según el Dr. Laffin, las enfermedades cardiovasculares incluyen problemas del corazón o de los vasos sanguíneos, como los siguientes:
- Estrechamiento de los vasos sanguíneos del corazón, de otros órganos o de todo el cuerpo.
- Problemas cardíacos y vasculares presentes desde el nacimiento.
- Válvulas cardíacas que no funcionan correctamente.
- Ritmos cardíacos irregulares.
¿Qué afecciones pertenecen a las enfermedades cardiovasculares?
La Dra. Lourdes Huanca Carreño, Docente de Medicina Humana de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), indicó que, dentro de las enfermedades cardiovasculares, están aquellas que afectan la estructura del sistema cardiocirculatorio, como las cardiopatías congénitas y las alteraciones valvulares cardiacas. Asimismo, se encuentran los trastornos en el sistema eléctrico del corazón, como las bradiarritmias o taquiarritmias. Por otro lado, las alteraciones en las resistencias vasculares periféricas incluyen a la hipertensión arterial y la aterosclerosis.
Después, la endocarditis y la miocarditis conforman el grupo de patologías inflamatorias e infecciosas. Finalmente, la experta explicó que el shock circulatorio y el infarto agudo de miocardio habitan en las complicaciones cardiovasculares agudas, las cuales son más significativas.
“De todas ellas, las que pueden tener una evolución crónica son principalmente: las alteraciones valvulares cardíacas, la arterosclerosis, la hipertensión arterial y la insuficiencia cardiaca congestiva”, aclaró la docente de la USIL.
En adición a ello, el Dr. Luke Laffin agregó los siguientes ejemplos de enfermedades cardiovasculares:
- Enfermedad coronaria: Afecta los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardíaco, principalmente debido a la aterosclerosis (acumulación de placas en las arterias).
- Enfermedad cerebrovascular: Afecta los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, lo que puede llevar a accidentes cerebrovasculares.
- Enfermedades de las arterias periféricas: Afectan los vasos sanguíneos que irrigan los miembros y otros órganos periféricos.
- Cardiopatías reumáticas: Daños en el músculo cardíaco y las válvulas debido a la fiebre reumática, una complicación de la infección estreptocócica.
- Cardiopatías congénitas: Malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento.
- Trombosis venosa profunda y embolia pulmonar: Coágulos de sangre en las venas profundas que pueden viajar a los pulmones.
¿Por qué surgen las enfermedades cardiovasculares?
De acuerdo con el cardiólogo de Cleveland Clinic, el origen de las enfermedades cardiovasculares es multifactorial, por lo que implica factores genéticos, de estilo de vida y ambientales. De manera más precisa, explicó las causas de las siguientes afecciones:
- Enfermedad coronaria: Principalmente causada por la aterosclerosis, donde la acumulación de placas de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes arteriales provoca estrechamiento y endurecimiento de las arterias coronarias. Factores de riesgo incluyen hipertensión, colesterol alto, tabaquismo, diabetes y antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
- Enfermedad cerebrovascular: Causada por condiciones que afectan el flujo sanguíneo al cerebro, como la aterosclerosis, hipertensión, diabetes y fibrilación auricular. Los accidentes cerebrovasculares isquémicos, causados por obstrucciones arteriales, son los más comunes.
- Enfermedades de las arterias periféricas: Aterosclerosis en las arterias que irrigan las extremidades, resultando en una reducción del flujo sanguíneo a los músculos y otros tejidos.
- Cardiopatías reumáticas: Infección por la bacteria Streptococcus que causa fiebre reumática, lo que puede dañar las válvulas cardíacas.
- Cardiopatías congénitas: Anomalías estructurales del corazón presentes al nacer, causadas por factores genéticos y ambientales.
- Trombosis venosa profunda y embolia pulmonar: Coágulos de sangre que se forman en las venas profundas, generalmente debido a inmovilización prolongada, cirugía reciente, o trastornos de la coagulación
¿Las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir?
La Dra. Huanca Carreño hizo énfasis en que la respuesta depende del tipo de enfermedad cardiovascular. En el caso de las enfermedades cardiovasculares de etiología congénita, la alteración del desarrollo embrionario obedece a una expresión genética inadecuada que no es fácilmente detectable en las primeras etapas del embarazo, por lo que se dificulta la posibilidad de prevenirlas.
Sin embargo, la especialista resaltó que, por el lado de las enfermedades cardiovasculares de etiología adquirida, es posible prevenir su aparición o evitar el avance controlando algunos factores de riesgo modificables, como la dieta y la actividad física.
Tipos de prevención, conforme a la Dra. Huanca: |
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Prevención primordial: Donde se abordan los determinantes sociales de la salud y las desigualdades en el acceso a los servicios de salud como forma de prevenir la aparición de factores de riesgo. |
Prevención primaria: Donde se controla los factores de riesgo cardiovascular en personas con un mayor riesgo de desarrollarlos, incluyendo hábitos de vida saludables. Aquí es de vital importancia incluir estos temas durante la formación médica. |
Prevención secundaria: Donde se aborda al paciente con diagnóstico de enfermedad cardiovascular para brindarle el tratamiento óptimo y prevenir las complicaciones agudas o crónicas de la enfermedad. |
“Muchas enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse mediante la adopción de hábitos de vida saludables y el control de los factores de riesgo. No obstante, algunas condiciones, como las cardiopatías congénitas, no pueden prevenirse debido a su origen genético y el desarrollo prenatal. Sin embargo, su manejo temprano puede mejorar significativamente los resultados a largo plazo”, desarrolló el Dr. Laffin.
Hábitos para prevenir las enfermedades cardiovasculares de etiología adquirida
Como se mencionó, los hábitos saludables y el control de los factores de riesgo son vitales para prevenir las enfermedades cardiovasculares de etiología adquirida. En esa línea, el cardiólogo de Cleveland Clinic brindó las siguientes recomendaciones:
- Actividad física regular: Realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana. Actividades como caminar, nadar, correr y andar en bicicleta son beneficiosas para el corazón.
- Alimentación saludable: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Limitar el consumo de sal, azúcares añadidos y grasas saturadas y trans.
- Sueño adecuado: Dormir entre 7 y 9 horas por noche es esencial para la salud cardiovascular.
- No fumar: Evitar el consumo de tabaco y el humo de segunda mano, puesto que el tabaquismo es un factor de riesgo significativo para la enfermedad cardiovascular.
- Consumo moderado de alcohol: Limitar el consumo de alcohol a no más de una bebida al día para mujeres y dos para hombres.
- Manejo del estrés: Utilizar técnicas como la meditación, yoga, ejercicios de respiración profunda y actividades recreativas para reducir el estrés
“Cabe mencionar que estos hábitos no solo sirven para prevenir las enfermedades cardiovasculares, pues también son sumamente útiles para aumentar la energía y la vitalidad, mejorar la salud mental y promover una calidad de vida favorable durante la vejez”, añadió Laffin.
De la misma manera, la Dra. Huanca aseveró que, a parte de prevenir afecciones cardiovasculares, estos hábitos también funcionan para prevenir el desarrollo de enfermedades oncológicas y osteoporosis, además de reducir los síntomas de la ansiedad y la depresión.
Adicionalmente, la doctora agregó que, dentro del tratamiento no farmacológico, es imprescindible acudir de forma oportuna al médico para controlar periódicamente los niveles de presión arterial, glucosa y colesterol.
Chequeos preventivos fundamentales para evitar la progresión de las enfermedades cardiovasculares
“La Fundación Española del Corazón recomienda que, a partir de los 45 años, toda persona se realice un chequeo con el médico especialista en cardiología, ya sea que tenga o no síntomas relacionados. Este chequeo puede repetirse de forma anual o según lo indicado por el experto”, recomendó la docente de medicina humana de la USIL.
En cuanto a los exámenes preventivos y cada cuánto tiempo deben ser realizados, el Dr. Laffin enumeró las siguientes seis pruebas principales:
- Chequeo de presión arterial: Al menos una vez al año para detectar hipertensión.
- Perfil lipídico: Evaluación de los niveles de colesterol cada 4-6 años para adultos mayores de 20 años, con mayor frecuencia si hay riesgo elevado.
- Niveles de glucosa en sangre: Cada 3 años a partir de los 45 años, o antes si existen factores de riesgo para diabetes.
- Electrocardiograma (ECG): Evaluación del ritmo cardíaco y detección de arritmias según las recomendaciones médicas, especialmente si hay síntomas de enfermedad cardíaca.
- Ecocardiograma: Evaluación del funcionamiento del corazón y sus válvulas mediante ultrasonido.
- Pruebas de esfuerzo: Evaluar la respuesta del corazón al ejercicio
¿Por qué son importantes los exámenes preventivos?
“La detección temprana es fundamental porque permite intervenir antes de que la enfermedad progrese a estados más avanzados y difíciles de tratar. Detectar y manejar tempranamente factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto y la diabetes puede prevenir complicaciones graves como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca. Además, la detección temprana puede mejorar la calidad de vida y la longevidad del paciente”, enfatizó el Dr. Luke Laffin, cardiólogo de Cleveland Clinic.
En ese sentido, la Dra. Huanca hizo hincapié en que la enfermedad cardiovascular y sus complicaciones agudas continúan siendo la principal causa de muerte en todo el mundo. “Por ello, tenemos una labor muy importante en la educación del paciente y sus familiares directos, de modo que el paciente introduzca hábitos saludables en su vida cotidiana y pueda servir de ejemplo para que sus familiares directos no desarrollen en adelante algún tipo de enfermedad cardiovascular”, finalizó la especialista de la USIL.
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