La medicina ha sido siempre un campo en constante evolución, impulsado principalmente por la investigación científica y los avances tecnológicos que buscan mejorar la calidad de vida de las personas. En las últimas décadas, la tecnología ha transformado significativamente la manera en cómo se diagnostican y se tratan las diversas enfermedades, abriendo así nuevas fronteras y ofreciendo un sinfín de posibilidad en la práctica médica. Sin duda, uno de los desarrollos más notables en los últimos 24 años, es la cirugía robótica, la cual es una técnica que ha logrado revolucionar la cirugía tradicional, al permitir procedimientos más precisos, menos invasivos y con tiempos de recuperación más rápidos para los pacientes.
En el contexto de la innovación, Perú ha marcado un hito histórico en la atención sanitaria y en el sistema de salud nacional. El pasado 10 de junio, en la Clínica Internacional, se realizó con éxito la primera cirugía robótica, un logro que posiciona a nuestro país a la vanguardia de la medicina moderna internacional. Este importante hecho fue liderado por el urólogo Nicanor Rodríguez, quien, junto a otros 11 médicos de diferentes especialidades, 2 licenciados en enfermería y 1 ingeniero biomédico, conforma el primer equipo de profesionales de la salud capacitados y certificados por el prestigioso Hospital Albert Einstein de Brasil para llevar a cabo este tipo de intervención, tras un arduo entrenamiento en simulación y en modelos vivos.
“En definitiva, la llegada del robot Da Vinci a nuestro país —el sistema quirúrgico más innovador y reconocido a nivel mundial— ha marcado un antes y un después en la medicina peruana. Aunque la cirugía robótica se practica desde hace más de dos décadas, con más de 12 millones de procedimientos realizados en el mundo, esta tecnología nos permite estar a la par de los 68 países que la emplean, especialmente aquellos más avanzados en salud, como Australia, Francia, España y Estados Unidos. Gracias a ella, en menos de dos meses hemos logrado operar a 50 pacientes en las especialidades de urología, ginecología, cirugía general y cirugía de tórax, siendo la primera intervención realizada en un paciente de 62 años con diagnóstico de cáncer de próstata localizado”, expresó el doctor Nicanor Rodríguez a Bienestar.
¿Qué es la cirugía robótica?
La cirugía robótica Da Vinci es un sistema quirúrgico avanzado que permite a los cirujanos realizar procedimientos complejos de manera mínimamente invasiva. Básicamente, está conformado por una consola, la cual es la interfaz que le permite al médico cirujano controlar el sistema y que, a su vez le brinda una visión 3D y un zoom de 2x a 4x, por lo que se pueden ver imágenes muy amplias y detalladas en la zona en la que se está interviniendo.
Asimismo, el segundo elemento, es el carro con cuatro brazos robóticos que tienen piezas que pueden girar de 160 a 360 grados en todas las direcciones, facilitando así una mayor precisión y flexibilidad que supera las capacidades de la mano humana en procedimientos laparoscópicos tradicionales. El otro componente es la torre de video, la cual alberga la estructura de software que controla todo el sistema. Específicamente, este procesa las imágenes y datos necesarios para un correcto funcionamiento, proporcionando la interfaz visual para el cirujano.
“Ciertamente, esta tecnología aporta muchos beneficios para el cirujano, ya que actúa como una extensión de la mano, pero con mucha más precisión y estabilidad. Esto ayuda a reducir significativamente el tremor y permite una mayor delicadeza en el manejo de los tejidos internos del paciente. Además, nos proporciona una mejor visualización gracias a la tecnología de inversión, lo que nos permite observar las estructuras anatómicas en detalle. En otras palabras, es como si estuviéramos dentro de la cavidad abdominal del paciente, lo que resulta favorable para una técnica más precisa. Igualmente, ofrece una mayor ergonomía al momento de operar, a diferencia de la cirugía tradicional o laparoscópica”, señaló Rodríguez.
¿Cuáles son los principales beneficios de la cirugía robótica para los pacientes?
De acuerdo con el experto de la Clínica Internacional, el sistema Da Vinci brinda los siguientes beneficios:
- Menos invasivo: La cirugía robótica permite realizar incisiones mínimamente invasivas, las cuales disminuyen el trauma en los tejidos circundantes, cicatrices más pequeñas, menos dolor y una recuperación más rápida.
- Menos tasa de transfusión: La precisión de la cirugía robótica puede reducir la pérdida de sangre durante el procedimiento, por lo que disminuye en un 70% la probabilidad de necesitar una transfusión sanguínea en comparación a una cirugía abierta y un 28% menos con respecto a la cirugía laparoscópica.
- Menos dolor postoperatorio: Como las incisiones son más pequeñas, los pacientes suelen experimentar menos dolor después de la cirugía a diferencia de los procedimientos tradicionales.
- Menos riesgo de complicaciones: Las incisiones más pequeñas reducen el riesgo de infecciones postoperatorias. Además, esta disminuye en 57% la probabilidad de mortalidad versus la cirugía abierta y un 33% a la cirugía laparoscópica.
- Recuperación más rápida: Gracias a las incisiones mínimas y a la precisión de los movimientos robóticos, los pacientes pueden experimentar una recuperación más rápida y una estancia hospitalaria más corta, pues disminuye un 40-50% y un 20% en comparación a la cirugía abierta y laparoscópica, respectivamente.
“Si bien este es un sistema bastante seguro y efectivo, puede haber la posibilidad de que surjan complicaciones similares a las de la cirugía laparoscópica, aunque en menor medida. Por esta razón, es indispensable que el médico cirujano esté preparado para manejar cualquier emergencia y sepa cómo proceder. En casos poco comunes, podría ser necesario realizar una conversión a laparoscopia o, si el paciente lo requiere, una cirugía abierta”.
¿Qué condiciones de salud se pueden tratar con la cirugía robótica?
La cirugía robótica se puede utilizar para tratar una amplia variedad de enfermedades, gracias a su precisión y flexibilidad. Por consiguiente, como destacó el doctor Rodríguez, este sistema es una alternativa excelente para operar pacientes oncológicos, sobre todo, aquellos con cáncer de próstata, cáncer de ovarios, cáncer de riñón, así como también es muy útil para intervención de hernias y de miomas. Asimismo, se puede llevar a cabo una cirugía bariátrica, es decir, un bypass gástrico o la manga gástrica con esta tecnología, al igual que una cirugía colorrectal.
“Es importante tener en cuenta que, en el mundo el soporte de la cirugía robótica lo da la urología, pues este campo de la medicina tiene aproximadamente el 60% de la participación robótica. Es por esta razón que, hasta la fecha, en la Clínica Internacional hemos realizado 10 prostatectomías radicales robóticas, 2 nefrectomías parciales laparoscópicas y 1 adenomectomia de próstata robótica. Definitivamente, en lo que respecta al cáncer urológico y, fundamentalmente al cáncer de próstata, es donde más se utiliza esta plataforma. Básicamente, esto se debe a que proporciona resultados funcionales, como la recuperación de la continencia urinaria y la preservación del nervio eréctil”.
¿Todos los pacientes son aptos para esta cirugía o hay excepciones?
Según refirió el urólogo, no todas las personas son aptas para la cirugía robótica. Se debe considerar que, al igual que en la cirugía laparoscópica, esta intervención requiere que el paciente esté intubado y anestesiado. Esto implica que el individuo debe estar en condiciones de tolerar la anestesia general. Además, si el paciente presenta problemas respiratorios severos, puede haber contraindicaciones debido a la necesidad de mantener una posición específica y la capacidad para asegurar una ventilación adecuada durante la operación.
¿Cómo es el proceso de la cirugía robótica?
En primer lugar, es fundamental que, en el preoperatorio, el médico converse con el paciente, con el objetivo de explicarle cómo es la plataforma, en qué consiste, cuáles son los beneficios, etc. Luego, este debe someterse a una evaluación quirúrgica para determinar los posibles riesgos y, en función de estos, se procede a programar la cirugía.
Por ello, el día de la intervención, el paciente llega al quirófano, donde es recibido por un equipo compuesto por enfermeras, un técnico asistencial y el anestesiólogo. Este último debe explicarle el tipo de anestesia que se administrará, pues para la cirugía robótica se utiliza la anestesia general. Por lo que una vez que el paciente está anestesiado, los especialistas comienzan con la preparación para la cirugía, lo que implica, la colocación del tubo endotraqueal, la limpieza quirúrgica del área de operación y el acondicionamiento de la mesa de operaciones, así como la revisión de todo el material robótico.
Inmediatamente después, se realiza una primera fase laparoscópica, que consiste en colocar unos trocares de 8 milímetros en unas pequeñas incisiones, los cuales van a permitir realizar el “docking” o acoplamiento del robot al paciente. Después de ello, se utilizan los cuatro brazos robóticos: uno para la óptica, dos para herramientas, como tijeras o grapadoras y, un cuarto brazo para separar tejidos.
Con los instrumentos en el abdomen del paciente, el especialista se dirige a la consola, que tiene una plataforma con botones para la configuración del robot. Desde allí, ingresa a una vista en 3D y, usando unos joysticks o mandos, va controlando los brazos robóticos dentro del paciente. También hay pedales para la coagulación, el corte bipolar y el movimiento del cuarto brazo de ayuda, adicionalmente de la opción de hacer zoom para una visión más cercana. Tras finalizar la operación, se retiran los brazos robóticos y el cirujano procede a cerrar las incisiones.
“La cirugía en promedio dura una hora y 20 minutos. Por ejemplo, en la primera operación y en los demás procedimientos de cáncer de próstata, a las 4 horas de haber sido intervenido, al paciente se le brinda una dieta líquida y debe permanecer con una sonda vesical. Durante las primeras 24 horas, la persona debe quedarse en la clínica para ser monitoreada y, al día siguiente, se le da el alta. Es importante que el paciente esté alerta ante cualquier signo de alarma, como fiebre, dolor o sangrado. En esos casos, debe comunicarse de inmediato con el equipo médico. Si no hay molestias, debe pasar consulta a los siete o diez días para retirar la sonda y ser evaluado. Posteriormente, se realiza un chequeo a las 4 o 6 semanas con un antígeno prostático específico (PSA), que es un marcador tumoral que se solicita como parte del seguimiento”, recalcó el experto.
¿Cuál es el futuro de la cirugía robótica en la medicina?
Desde luego, como mencionó Nicanor Rodríguez, con el tiempo habrá cada vez más cirujanos entrenados y certificados en cirugía robótica. No obstante, es probable que en un futuro cercano el procedimiento innovador sea la telecirugía, que es lo que actualmente se está discutiendo en el mundo. Sin lugar a duda, el campo de la medicina experimentará un rápido avance tecnológico, del cual se beneficiarán tanto los profesionales de la salud como los pacientes, en cuanto a diagnóstico y tratamiento.
“Asimismo, a nivel nacional, se espera que, en el corto o mediano plazo el Perú cuente con más de una máquina de cirugía robótica, con el fin de atender a más pacientes que lo necesitan. Por este motivo, en los próximos meses, la Clínica Internacional espera ayudar a más de 500 personas con esta nueva tecnología”.
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