La falsa esperanza de los tratamientos con células madre
Se define como célula madre a la primitiva célula que tiene el potencial de poder convertirse en cualquier tipo de tejido. Para entenderla mejor, hay que ir al momento de la fecundación, en la que el espermatozoide combina su material genético con la del óvulo y forma el huevo o primera célula, la cual empieza a dividirse en múltiplos de dos: 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, etc. Esas células iniciales son las llamadas células madre, por que de ellas se van a originar (por un proceso llamado diferenciación) todos los tejidos del cuerpo de un adulto. Además de embriones, las células madre se encuentran también en la sangre del cordón umbilical, en el tejido graso o adiposo, en la médula ósea e incluso en la sangre.
Dada esa potencialidad, la ciencia estudia la posibilidad de usar células madre en la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades causadas por pérdida o degeneración de tejidos. Si bien es cierto que las investigaciones son numerosas, los estudios no han demostrado fehacientemente que el tratamiento con células madres sea efectivo para las enfermedades mas comunes.
El asunto es que en los últimos años han ido apareciendo en todo el mundo centenares de clínicas que ofrecen tratamientos con células madre sin comprobación científica. De hecho, la Administración de Medicinas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), en un documento revisado el 22 de junio del 2015, lista un solo producto de células madre aprobado, el Hemacord, obtenido de sangre del cordón umbilical y sirve para tratar ciertas dolencias hematológicas.
El uso de tratamientos no comprobados con células madre causa preocupaciones de orden ético y profundas dudas acerca de su efectividad y seguridad. En una anterior columna de esta serie, publicada en abril del 2010, reportábamos que el tratamiento con células madre era “tierra de nadie” por la diversidad de las enfermedades que se trataban y por la falta de regulación de la industria. En un artículo publicado en el New England Journal of Medicine en setiembre del 2015, bajo el título ‘Clínicas de células madre sin licencia en EE.UU.: La medicina del viejo oeste’, el autor denunciaba la existencia de decenas de centros que ofrecían tratamientos no científicamente comprobados y pedía una mayor regulación por las autoridades pertinentes.
La última revisión del tema se publicó el 30 de junio pasado en la revista Cell Stem Cell, y en un articulo titulado ‘Vendiendo células madre en EE.UU. : Evaluación de la industria de ofrecimientos al consumidor’, se hace por primera vez un inventario de la industria del tratamiento con células madre en los EE.UU. Los resultados son sumamente interesantes.
En primer lugar, se revela que los norteamericanos ya no necesitan hacer ‘turismo médico’ y viajar a México, China, India o al Caribe para hacerse tratamientos con células madre, los investigadores han encontrado 351 compañías que administran 570 clínicas que ofrecen esos tratamientos en EE.UU..
Origen de las células madre
Los tratamientos mas ofrecidos son los de células madre autólogas, es decir aquellas células madres que se obtienen de tejidos de la propia persona. En este grupo, 61% de células madre fueron obtenidas del tejido graso (sofisticadamente llamado fracción vascular estromal), 48% de la médula ósea y 4% de la sangre. Muchos de esos centros, ofrecen “tratamientos combinados”, obteniendo células madre de varios orígenes.
Por su parte muchos centros ofrecen células madres alógenicas, es decir, obtenidas de otros seres humanos. Las mas populares en este grupo fueron 17% del líquido amniótico (fluido que baña al feto en el útero materno) 3.4% de la placenta (muchos centros no dicen de donde sacan las placentas), y 0.6% del cordón umbilical. Por increíble que le parezca, el 3% de los centros no especificaban de donde obtenían las células madre que inyectaban a sus pacientes y otras las obtenían de las vacas.
Indicaciones
De lejos, el principal uso no comprobado que le dan esas clínicas a los tratamientos con células madre es para afecciones de las articulaciones. Miles de ancianos con artrosis (desgaste natural de las coyunturas por la edad o por el trauma) desfilan por esas clínicas con la falsa promesa de que les van a regenerar los cartílagos y los van a hacer salir bailando de las clínicas. Otros tratan personas con afecciones deportivas, usualmente combinándolo con otro tratamiento no comprobado, el plasma rico en plaquetas (PRP). Pero tratan también el dolor crónico, trastornos neurológicos como parálisis, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esclerosis múltiple, Parkinson, lesiones de la médula espinal, enfermedad de Alzheimer, trastornos respiratorios, pulmonares, urológicos, oftalmológicos y cardiacos. De mucha preocupación es que tratan también niños con autismo. Un área muy especial de ofrecimiento engañoso es el de los tratamientos cosméticos, en el que ofrecen estiramientos faciales con células madre, aumento del tamaño del busto con células madre y hasta mejoramiento de problemas sexuales.
Corolario
Hasta el momento, son contadas las indicaciones de tratamiento con células madre científicamente comprobados, siendo una de ellas el tratamiento de infartos cardiacos para regenerar el músculo afectado.
El próximo mes de setiembre, la FDA organizará dos conferencias públicas para ver este asunto, y se espera un rumbo mas claro en el uso de esta prometedora, pero aun no regulada industria. Mientras tanto, si a usted amable lector le ofrecen tratamientos con células madre, creo que tiene derecho a dudar de su efectividad y cuidar su billetera.