Un radical cambio en el registro del cáncer
La semana pasada se realizó en Orlando la 22 Conferencia Anual de la Red Nacional Integral del Cáncer (NCCN por sus siglas en inglés). En ella, se anunció que desde enero del próximo año, el modo en que los registros de cáncer tabularán al cáncer sufrirá un cambio radical en los Estados Unidos. Hoy veremos en que consistirá.
Un concepto fundamental en oncología es que, una vez encontrado, el cáncer debe estudiarse en detalle para ver si se ha diseminado o no. Este concepto es tan importante que ningún paciente debe empezar tratamiento sin saber lo que se llama la “extensión de su enfermedad”, es decir, sin saber si el cáncer se ha quedado solo en el lugar en el que se originó o ya se ha extendido a otros lugares. Y esto por un hecho fundamental, el tratamiento del cáncer se determina de acuerdo al avance de la enfermedad. El problema es que hasta la fecha, los registros de cáncer (que recopilan las importantes estadísticas de la enfermedad) usan un sistema muy anticuado para tabular los datos de extensión del cáncer. Ese sistema, basado en un sistema puramente anatómico, es el que será puesto al día a partir del próximo año.
Diseminación del cáncer
Existen tres sistemas para que el médico evalúe cuan avanzado esta el cáncer de su paciente. El primero, inventado en 1943 por el Profesor francés Pierre Denoix y adoptado por la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) en 1953, toma en cuenta las características del tumor (número T), de la siembra a los nódulos o ganglios linfáticos (número N) y la presencia de metástasis o siembra a distancia (número M). Ese es el sistema TNM, con el cual los oncólogos clasifican el cáncer de su paciente en alguna combinación de esas características TNM. Un cáncer temprano sería un T1, N0 y M0, es decir uno que es pequeño, no ha llegado a los ganglios linfáticos y no ha causado metástasis. Uno avanzado sería el T4N1M1, que indica un tumor grande, con siembras en los nódulos y que ya ha dado metástasis a distancia.
El segundo sistema usa números romanos que se asignan de acuerdo al avance de la enfermedad y van desde el 0 hasta el IV. El estadío 0, es el llamado cáncer in situ y que es tan temprano, que muchos cancerólogos dudan que sea un verdadero cáncer. Los estadíos I,II y III indican ya una invasión progresiva de la enfermedad y el IV es el mas grave porque indica que el cáncer ya produjo metástasis a distancia. Una tercera manera de evaluar el avance de la enfermedad es clasificarlo en cáncer in situ, cáncer localizado, cáncer regional o cáncer distante.
Esos sistemas de clasificación del avance del cáncer son muy importantes por las siguientes razones: 1. Permiten planear el tratamiento del cáncer, incluyendo el tipo de cirugía que se va a usar y si van a ser o no necesarios tratamientos complementarios como la quimioterapia o la radioterapia. 2. Ayudan a predecir el riesgo de recurrencia del tumor, es decir la probabilidad de que el cáncer regrese después del tratamiento original. 3. Ayudan a determinar el pronóstico del cáncer, es decir cuales serán las futuras posibilidades de recuperación del paciente, elemento muy importante para determinar la calidad de vida después del tratamiento. 4. Estandarizar el diagnóstico del cáncer usando un lenguaje común y que sea entendido no solo por los médicos del paciente sino también por oncólogos de todo el mundo, independientemente del lenguaje que usen. 5. Determinar cuan efectivo ha sido el tratamiento que ha recibido el paciente. 6. Ayudar en la investigación del cáncer porque permite comparar grandes poblaciones de pacientes afectados con el mismo diagnóstico y se puedan descubrir y evaluar nuevos y más eficaces tratamientos del cáncer.
El problema es que –debido a la falta de obligatoriedad- hasta la fecha, los hospitales y registros de cáncer no están tabulando las modernas características biológicas del cáncer que ya están en pleno uso. Al no registrar esos importantes adelantos, los registros de cáncer son incompletos y anticuados y no permiten alcanzar los beneficios anteriormente descritos.
Algunas de esas modernas características biológicas del cáncer incluyen los receptores hormonales, los marcadores tumorales y los perfiles genéticos de los tumores.
El cáncer del seno por ejemplo será registrado de un modo mucho mas amplio que en la actualidad, el que solo toma en cuenta el sistema TNM. Ahora, los registros tabularán obligatoriamente sus receptores hormonales (estrógeno, progesterona), el marcador HER2, además de las pruebas para determinar el uso de quimioterapia (Oncotype DX y Mammaprint). Del mismo modo, el cáncer del colon, ahora deberá registrar la presencia de los genes KRAS, que permiten escoger tratamientos efectivos.
De acuerdo a los expertos, este nuevo sistema pasará de ser uno simplemente anatómico descriptivo a otro eminentemente pronóstico, pues al tomar en cuenta las características biológicas del cáncer, el oncólogo será mucho mas certero en decirle al paciente que le espera después del tratamiento.
De tal modo que la 8ª edición del manual de clasificación TNM del cáncer -en la actualidad se usa la 7ª edición, publicada en el 2009- exigirá que los registros de cáncer cambien el modo en que se tabula la extensión de la enfermedad.
Mas que un ejemplo de un avance individual en la lucha contra el cáncer, este adelanto es un ejemplo de avance en la salud pública del cáncer. Sin duda que tener mejores registros de cáncer serán de extrema utilidad para millones de futuros pacientes.