Limitaciones de la vacuna contra el dengue
El dengue es causado por un virus que existe en cuatro variedades (científicamente llamados serotipos), que pueden causar la enfermedad por separado (es decir se puede sufrir dengue hasta en 4 oportunidades). El virus es transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti, que vive en casi todo el mundo y aumenta después de inundaciones como las que ha sufrido recientemente el norte del Perú.
A pesar de ser una de las enfermedades infecciosas mas frecuentes del mundo, no es adecuadamente contada ni reportada. Por ejemplo, en el año 2015 se reportaron a los ministerios de salud 3.2 millones de casos severos, de los cuales, 9,000 fueron fatales. Pero estudios de modelaje matemático calculan que existen 50 a 100 millones de casos sintomáticos, los que al representar solo el 25% de todas las infecciones, indicaría que en el mundo se producirían de 200 a 400 millones de casos de dengue anuales.
El problema con el dengue es que los casos sintomáticos son dramáticos y causan estragos por el severo dolor de huesos y músculos y postración que produce, causando complicaciones que ponen a prueba los precarios sistemas de salud de países pobres.
Es por eso que desde hace tiempo se ha buscado una vacuna, la primera de las cuales (Dengvaxia del laboratorio Sanofi Pasteur) ha sido aprobada para su uso en once países, entre ellos el Perú. Lamentablemente, la vacuna tiene limitaciones, las cuales describiremos en este artículo.
El segundo golpe es el mas fuerte
Los estudios han revelado que la primera infección natural por alguno de los cuatro serotipos del virus puede no causar síntomas o ser estos muy leves. El problema es que si la persona vuelve a infectarse con otro serotipo natural del virus, este segundo episodio es mucho mas severo que el primero, pudiendo causar una hospitalización.
Con respecto a la vacuna, se ha visto que la vacunación es el equivalente biológico a una primera infección natural, por lo que si una persona vacunada se infecta en el futuro con algún serotipo natural del virus, esta segunda infección podría ser mas severa y podría aumentar la posibilidad de complicaciones y hospitalización.
En un documento publicado el 29 de julio del 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sienta su posición con respecto al uso de la vacuna y describe algunas limitaciones, las que tienen que ver con dos importantes conceptos: que la segunda infección es mas severa que la primera y el conocer la prevalencia del dengue en la zona geográfica de vacunación.
Prevalencia del dengue en el lugar de vacunación
La posibilidad de que una persona tenga una severa y complicada segunda infección después de la vacunación, depende directamente de la frecuencia del dengue en la región geográfica. Si se vacuna en una zona geográfica con mucho dengue, es posible que la vacunación la reciba una persona que ya haya tenido una infección primaria y por tanto se prevenga exitosamente la segunda y mas severa infección natural.
Al revés, si la vacuna se aplica en una zona geográfica con poca frecuencia de dengue, es posible que la persona que la reciba no haya tenido dengue y por tanto, quede susceptible a que la segunda infección sea mas severa y que se presenten complicaciones. Este fenómeno se presenta en niños y adultos.
La OMS es muy específica al respecto, recomendando que la vacuna solo sea aplicada en regiones en las que se demuestre que mas del 70% de los habitantes ya hayan tenido dengue, que se aplique con precaución en regiones en las que 50 a 70% haya tenido la enfermedad y que no se aplique en zonas en las que menos del 50% de los habitantes ya haya tenido la enfermedad.
Para conocer cuanta gente en una región ha tenido ya el dengue deben hacerse sero-surveys, en los que se toman muestras de sangre en personas de diferente edad de la comunidad buscando anticuerpos sanguíneos que indiquen infecciones previas.
Corolario
A diferencia del sarampión, polio o hepatitis B, enfermedades causadas por un solo virus y cuya vacuna brinda protección completa y definitiva, al ser causado por cuatro virus, la vacuna del dengue no protege completamente, teniendo una eficacia promedio de solo 65% (variando entre 38% en persona sin dengue previo a 78% en gente que ya tuvo dengue). Debido a que algunos niños pequeños desarrollaron la forma hemorrágica del dengue después de la vacunación, la vacuna es para mayores de 9 años y no debe darse a las mujeres embarazadas.
De acuerdo a la OMS, la eficacia de la vacuna en zonas de brotes o epidemias -como las que esta sufriendo el Perú en este momento- no ha sido estudiada y recomienda usar la vacuna solo después de hacer estudios que determinen cuantas personas han tenido ya el dengue en la región, porque de otro modo, el remedio podría ser peor que la enfermedad y la vacuna podría causar casos mas graves y hospitalizaciones. Al respecto, este diario reportó recientemente el caso de una mujer piurana que tuvo que ser hospitalizada con dengue severo después de haber sido vacunada.
En resumen, el control del dengue debe enfocarse primordialmente en una lucha estratégica contra el mosquito, siendo la vacuna un elemento adicional de ayuda de moderada efectividad porque no es para todos y debe escogerse bien a quien se vacuna.