El reto es retener
¿Hacer algo especial para retener a mi gente? ¿Para qué? ¿Adónde se van a ir si no hay trabajo? ¿Quién les va a pagar más que lo que les pago yo? ¡Más bien que agradezcan que tienen trabajo!
¿Le suena familiar? Las encuestas que cada año hacemos en más de 50 países a fin de comprender los retos que enfrentan las organizaciones advierten que el reto principal en los países con economías más desarrolladas que la nuestra es retener al talento.En el Perú, lo estrecho del mercado laboral nos ha hecho olvidar las razones por las que las personas cambian de empleo. Los talentos que se van voluntariamente lo hacen porque no están contentos con lo que hacen, no se sienten tratados con respeto o no se consideran apreciados. Los que renuncian lo hacen cuando creen que no tienen la oportunidad de desarrollarse, crecer o aportar lo suficiente o a la velocidad esperada o, finalmente, cuando quieren ganar más dinero.
Muchos creen, erradamente, que el motivador principal para trabajar es el dinero. Obviamente todos lo necesitamos y mucho, pero el dinero es solo la cuarta o quinta razón de permanencia en una organización. Antes están las razones arriba mencionadas.
En el Perú, muchos creen -con peligrosa arrogancia- que la gente no se irá porque sencillamente no tiene adónde irse y que no es necesario dedicarle atención a este tema. No se preocupan por el clima laboral ni la satisfacción del cliente interno. No consideran a las personas como las únicas realmente capaces de implementar estrategias y conseguir resultados. No invierten en capacitar a su personal, comprometerlo y lograr una cultura de respeto a las personas. No hacen encuestas de clima y despiden irrespetuosamente, sin cuidar la moral de los que quedan. No comprenden que la pasión de las personas es el factor diferenciador para alcanzar sus metas.
Lo interesante es que el mercado de trabajo peruano está empezando a cambiar y pronto la competencia entre las organizaciones será por el talento, ¡tal como lo es en el resto del mundo! El péndulo está volviendo lentamente hacia un mercado de oferta donde la batalla se dará por los talentos.
Los talentos de una organización son quienes tienen la capacidad de hacer las grandes diferencias en términos de resultado: conocen el negocio, el mercado y al cliente. Conocen nuestra cultura e historia colectiva, han participado muchas veces en la creación de la estrategia o en todo caso la conocen bien y tienen las competencias necesarias para conseguir las metas.
El reto es crear una cultura enfocada en la satisfacción y moral del personal para lograr su compromiso y lograr la competitividad, lo es también desarrollar planes de retención del talento, buscando sus razones de alineamiento para despertar su pasión. El reto es cuidar a nuestros colaboradores más cercanos y valiosos, sobre todo en entornos de cambio permanente, donde muchas veces dejamos de mostrarles con la frecuencia necesaria el reconocimiento y aprecio que requieren. El reto es, definitivamente, no perder a nuestros talentos ¡y menos que se vayan a la competencia!