Video Games Live y la cultura gamer en Lima
El viernes de la semana pasada tocó Video Games Live. El mayor espectáculo musical de videojuegos del mundo llegó a Lima y marcó un nuevo hito en la cultura gamer en la ciudad.
Los blogs tienen la ventaja de mantener un registro ordenado de las entradas que se han posteado. Podemos revisarlos por año o por mes. Desde hace casi seis años llevo este blog, que de alguna forma también se ha convertido en un registro de lo que ha ido pasando sobre todo en la industria de videojuegos en el país, tanto por el lado de eventos como del desarrollo de videojuegos en Perú.
La evolución de los eventos y la industria en estos años es obvia. Ahora tenemos carteles en las calles que anuncian los últimos lanzamientos, algunos juegos llegan el mismo día que aparecen en Estados Unidos y están localizados al español, y los torneos y convenciones tienen más calidad y público. Los ciberdeportistas peruanos obtienen logros y son reconocidos internacionalmente. Las empresas de desarrollo en el país ya han comenzado a crear juegos propios y a lanzarlos a todo el mundo. Aparecen cursos para diseñar videojuegos. Llegan directores y diseñadores de juegos triple A e indies. Las cosas han cambiado.
Quizás por eso, la llegada de Video Games Lives no es del todo una sorpresa. El mayor espectáculo de videojuegos del mundo suele dar giras por todas partes y el año pasado ya había llegado a Chile. Esta vez, antes de tocar en Santiago, llegaron a Lima y dieron un concierto en el Parque de la Exposición para unas tres mil personas.
El concierto no decepcionó. He estado en dos espectáculos suyos en Los Ángeles durante los E3 de 2010 y 2012, y el setlist de esta ocasión estuvo a la par. Es cierto que el escenario -al no ser un teatro ni un auditorio cerrado- no ayudó a que en ciertas partes se escuchará bien, pero tampoco arruinó el espectáculo. Pero la pasión, de un público que por primera vez escuchaba y veía a Tommy Tallarico, no se comparaba a la de un público acostumbrado a él.
Se tocaron las canciones que tenían que tocarse: temas de Journey, Skyrim, God of War, Zelda, Mario y Final Fantasy, además de otras canciones que el público había reclamado desde la página del evento en Facebook. También se tocó la melodía de Top Gear, que según Tallarico no lo habían incluido en otros conciertos pero que ameritaba hacerlo en Perú.
La orquesta que acompañó a Tommy Tallarico, Laura Intravia y Emmanuel Fratianni fue Animatissimo, una orquesta de músicos jóvenes que desde hace varios años vienen tocando música de anime y videojuegos. A Gabriel Vizcarra y compañía los he seguido no solo por sus conciertos sino por su historia. Nació a partir de un concierto pro fondos para que Vizcarra siguiera cursos de especialización en Chile, siguió como un grupo que quería fomentar la música de videojuegos y anime en el país y se consolidó con espectáculos como el de un concierto sinfónico en San Marcos hace unos años.
Fue emocionante revivir momentos de hace diez o quince años a partir de la melodía de juegos clásicos. Pero también me gustó bastante encontrarme con toda esa gente que ha ayudado a que la industria de juegos en el país haya progresado tanto en estos años, de la manera que comenté al inicio de esta entrada. Allí estaban los organizadores de eventos que ahora los hacen en coliseos más grandes, la prensa gamer que escribe en medios masivos, los desarrolladores que hacen juegos para móviles y consolas y que han decidido hacer de su pasión un trabajo, los ciberdeportistas que viajan a representar al Perú a competencias internacionales. Todos, emocionándose en cada canción.
Seguro que el año que viene, Video Games Live regresará, y así los años que siguen. Pero el espectáculo de este año fue especial por lo que significó y porque hizo darnos cuenta que hemos crecido.
Fotos: Phillip Chu Joy, de TEC.