Patagonia hasta el fin del mundo (Parte I)
Después de varios brindis celebrando un esperado reencuentro, con un grupo de amigos planeamos hacer otra aventura mucho más difícil y tentadora, donde la unión y el compañerismo se pondrían a prueba por la exigencia de la ruta. Esta nueva expedición en moto se realizó siguiendo una de las rutas más importantes y difíciles en la historia de la Patagonia. A continuación, el relato día a día de esta experiencia.
DÍA I:
LIMA-SANTIAGO
A las 3 a.m. nos encontramos con Gonzalo Ríos en el aeropuerto Jorge Chávez. Era la primera vez que viajábamos juntos. La expedición se inició con el traslado del equipo en el vuelo Lima-Santiago. Llegamos a la capital chilena a las 11:30 a.m. y luego nos dirigimos a nuestra base a juntarnos con Rafael Belmont y Marco Peter, quienes volaron un día antes para hacer las coordinaciones de sus motos. Diego Ipince, el último de los integrantes del grupo, estaba varado en Sao Paulo y a la espera de poder abordar un vuelo.
DÍA II:
SANTIAGO-VALDIVIA
Nos despertamos 06:15 A.M. desayunamos y preparamos todo para nuestra gran partida. Diego había logrado llegar la noche anterior. El grupo estaba completo. Después de recorrer casi 1.000 km llegamos a las 9 p.m. a Valdivia. Lo más sorprendente es que todavía era de día.
Valdivia es la capital de la provincia de Valdivia y capital regional de la Región de los Ríos. Lleva el nombre de su creador, Pedro Valdivia, quien la fundó el 9 de febrero de 1552. Ubicada a 841,24 km Santiago, es una ciudad muy acogedora. La presencia europea se nota en la arquitectura, la industria y la diversidad genética de quienes viven ahí. Es inmediato el parecido que se ve con alguna ciudad europea. Pero Valdivia no es la misma hace poco más de 50 años. En mayo de 1960 fue devastada por un terremoto de 9,4 grados y después por un tsunami. Inevitablemente esto cambió su geografía, desapareciendo sus lagos.
La importancia de esta ciudad radicaba en que, junto con le archipiélago de Chiloé, era el enclave más austral de la costa del Pacífico y significaba un lugar estratégico de defensa para el virreinato del Perú.
La presencia de alemanes en esta región, como en otras latitudes de Chile, corresponde a un plan ejecutado por el gobierno chileno en 1850 para atraer población alemana a Valdivia, aportando tecnología, arquitectura y cultura como patrimonio de esta ciudad, hasta el día de hoy.
DÍA III:
VALDIVIA – REGIÓN DE LOS LAGOS – OSORNO – PARQUE NACIONAL PUYEHUE – CRUCE DE FRONTERA CHILE ARGENTINA – PARQUE Y RESERVA NACIONAL NAHUEL HUAPI – NEUQUÉN – SAN CARLOS DE BARILOCHE
Hemos amanecido a orillas del río Valdivia, un amanecer como pocos. Alegra ver lo que ves. Hay aves silvestres y una bruma sobre el río le da más encanto al paisaje. Parece un lago pero es el río Valdivia, uno de los pocos navegables de Chile.
Nos trasladamos a la ciudad. Temprano vamos a tomar desayuno al mercado municipal ubicado en el muelle Shuster, lugar donde se halla el mercado fluvial, un terminal de venta de especies marinas. Al terminar nos dirigimos a Osorno. Aquí se inicia la ruta CH – 215, que nos conducirá hasta el paso de frontera para cruzar a Argentina. Es una carretera que tiene 117 km de largo.
A las 2 p.m. nos hallamos en la Región de los Lagos, región de tierras volcánicas. El Parque Nacional Puyehue es uno de los principales atractivos turísticos de Chile. Nos cuentan que su geografía ha sido modelada por fenómenos volcánicos. Es un terreno irregular y accidentado. Estamos a 69 km del puesto de frontera. El parque cuenta con muchos ecosistemas y tipos de bosque, Esta región es maravillosa a la vista, un paisaje en constante movimiento y con bosque de miles de años. Posee selvas boscosas, glaciares y lagos de origen glacial. Es tierra de los indios mapuches.
La fauna del parque esta formada por animales como pumas, zorros, cóndores, vizcachas y otros no tan conocidos como quiuqes y guiñas.
Durante el viaje diversas personas mencionan lugares y nombres peculiares, únicos, con un sonido distinto… son los nombre mapuches.
Los mapuche son originarios de Chile, sin embargo su presencia en tierras argentinas muestra una connotación cultural muy importarte, en Neuquén, Río Negro y parte de Buenos Aires. Su relación con la tierra es evidente al describir cada cosa, lugar, persona o animal con un nombre como por ejemplo caucao (gaviota), Malipangue (cuatro tigres), chiguay (neblina) o Pelantraru (águila).
En estas tierras se establecieron los primeros colonos europeos, dejando su legado en la arquitectura como las en las edificaciones.
Siguiendo nuestro viaje pasamos por el famoso volcán Puntiagudo. Es un volcán dormido y muy difícil de escalar, no se tiene registro de montañista alguno que haya logrado hacer cumbre, ya que en la cumbre tiene paredes verticales. El Puntiagudo se forma entre los lagos Rupanto y Todos Los Santos.
Después de varias horas llegamos al puesto fronterizo de Pajaritos recorriendo la CH-215, que al pasar la frontera con Argentina cambiará al nombre de Ruta Nacional 231. Estamos a 6°C y llueve. Llegamos al paso de frontera bautizada como ¨Cardenal Antonio Samore¨, el segundo paso cordillerano entre Argentina y Chile. Este paso se llama así debido a que en 1978 Soplaban vientos de guerra entre los dos países. El cardenal Antonio Samoré, un nuncio de la diplomacia vaticana, es enviado por el Papa Juan Pablo II con el fin de conseguir la mediación. Samoré, hombre católico con vasta experiencia en conflictos territoriales y de un perfecto español, ofició de árbitro y mediador, consiguiendo una salida pacífica para ambos países. Las islas en disputa eran Picton, Lennox y Nueva- De estas, las dos primeras son verdaderos polvorines ya que se hallan minadas en varios tramos. El conflicto concluyó en el tratado de Paz y Amistad de 1984. Hasta la actualidad Chile mantiene zonas minadas en estas islas.
Más tarde nos hallamos a 1.314 msnm. Cruzamos la frontera e ingresamos a la Ruta Nacional 231. El primer contacto con Argentina es la provincia de Neuquén. Luego cruzamos el río Correntoso, un río peculiar que une el Lago Correntoso con el lago Nahuel Huapi. Lo curioso es que tiene aproximadamente 300 metros de largo, por ello es considerado como uno de los ríos más cortos del mundo. Mientras avanzamos, la nieve aparece por ambas partes de la carretera. Es una vista poco usual y hay que conducir con precaución. Hemos bordeado tres lagos: el Peyehue, (Chile) el Espejo y finalmente el Nahuel Huapi.
Este último es impresionante. Con sus 560 km2 y 454 metros de profundidad, tiene en proporción el doble de extensión de la ciudad de Buenos Aires. Los mapuches le dieron al lago el nombre ¨Nahuel Huapi¨, que significa “Isla del tigre”, Los orígenes de los mapuches están en Chile. En la actualidad se conservan nombres mapuches como Neuquén, Bariloche, Zapala, Chocón, Limay, Pehuajo, Puen, Chos Malal, Lanin, Nahuel Huapi, Lacar, Temuco, Pucón, etc.
El Parque y Reserva Nacional Nahuel Huapi es el más antiguo de los parque nacionales de Argentina. Fue creado por el gobierno argentino en 1934, siendo el gran benefactor de su creación Francisco Paisano Moreno, conocido como “Perito Moreno” o “el explorador de la Patagonia”.
En este bello lugar destaca el impresionante y majestuoso lago Nahuel Huapi –del que ya hemos hablado- y el Cerro Tronador, compartido por Chile y Argentina. Este forma parte de una frontera natural y separa dos parque naturales: el Nahuel Huapi en Argentina y el Vicente Pérez Rosales en Chile.
A las 19:15 y aún con luz nos detenemos en la carretera para hacer algunas tomas de los moteros y la camioneta. Luego seguimos avanzando camino a Bariloche, llegando a la ciudad, justo por el Centro Cívico, donde también se halla la estación de tren. Aquí nos encontramos con Rafo y Gonzalo, ellos llevan más de media hora esperando a Marco y Diego.
Esperamos la llegada de nuestros compañeros pero pasan los minutos y no hay ninguna noticia. Casi a la hora de espera salimos a buscarlos a la carretera por si necesitan auxilio, ya que las condiciones climáticas son propicias para cualquier accidente. Hemos pasado por pistas resbalosas a causa de la nieve y hay una lluvia persistente. Minutos después regresamos sin noticias, así que suponemos que están en un hotel de Bariloche.
Ya en la ciudad, buscamos en tres hoteles, y en el último encontramos las motos estacionadas en la puerta. El desencuentro se debió a una descoordinación.
Pasamos la noche en Bariloche, la ciudad más poblada de los Andes patagónicos. Después de Mar del Plata es la segunda ciudad argentina cuya actividad principal es el turismo. Es curiosa la procedencia de su nombre. Se cuenta que un jesuita redescubrió un paso cordillerano al sur del Cerro Tronador llamado Vauriloche (palabra proveniente del idioma mapuche que significa “Gente del otro lado de la montaña”). Por otro lado es el nombre de un inmigrante chileno de origen alemán que construyó la primera casa en 1895, Carlos Wiederhold. Por error se divulgó el nombre de este señor como San Carlos, por lo se le comenzó a llamar de esta manera. Finalmente un error de imprenta cambio el vocablo indígena por Bariloche, quedando entonces como San Carlos de Bariloche.
La Ruta 40 es considerada como la carretera más larga y espectacular de Argentina. Cuenta con más de 5.200 km y se puede definir en tres palabras: intensa y salvaje y bella. Entre la inmensidad y la soledad de esta carretera uno se enfrenta a los desconocido. ¡Qué mejor reto para un viajero, explorador o aventurero que recorrerla por tramos o en su totalidad, sometido a su irregular superficie cuando cubres los kilométricos ripios en recta, o siendo golpeado en contra con más de 80 kilómetros por hora (o más)? Un viento así puede sacudir una camioneta en marcha y hacer volar a un ciclista. Nunca imaginé tal belleza.
El atardecer en la ruta es distinto cada día. Los colores del cielo pueden ser azules eléctricos o de un sombrío rojo apocalíptico. Esta es además tierra de dinosaurios y tiene una gran cantidad de yacimientos paleontológicos.
En la actualidad La Ruta 40 está consolidándose como la nueva atracción del turismo en Argentina. Esta cubre tres regiones: Norte, Cuyo y Patagonia. La región Norte atraviesa las provincias de Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. Cuyo pasa por Mendoza, San Juan y La Rioja, y Patagonia atraviesa Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén.
Nosotros hicimos nuestra entrada por la región Patagonia, ingresando por la provincia de Río Negro. Ya en San Carlos de Bariloche haríamos contacto con la mítica carretera.
DÍA IV:
BARILOCHE-EL BOLSÓN-ESQUEL
Amanece helado en Bariloche. Desayunamos y con buen ánimo preparamos los equipos para seguir nuestra ruta, pero antes de eso los moteros van a comprar más ropa térmica para soportar el inclemente clima que los pondrá a prueba y que empeora más camino al sur. Nos dirigimos a la Plaza de Armas de Bariloche, hacemos una toma y partimos con dirección a Esquel. Las casa y cabañas de madera son típicas en esta ciudad y están inspiradas en diseños alpinos europeos, legado de los primeros inmigrantes que fueron de origen alemán.
Dejamos la zona cordillerana para pasar a la estepa. Pasamos por el Bolsón que está a 129 km de Esquel. En el trayecto vemos cerros que toman formas extrañas, como las montañas del “Señor de los Anillos”
Esquel está ubicada al noreste de la provincia de Chubut. Esta ciudad es un buen lugar para la práctica de deportes de aventura como el trekking, la caza, la bicicleta de montaña, el, rafting, el montañismo y el deporte rey, el esquí.
No te pierdas el final de esta aventura en el próximo post.