Pasta santa
Cuando era niña la única vez al año que comía garbanzos era en Semana Santa, con un guiso que preparaba mi abuela Evelyn -y que debe ser similar en muchos hogares limeños- que también llevaba acelgas. Lo acompañábamos de bacalao a la Vizcaína porque así son las tradiciones: uno se aferra a ellas y las sigue, sin más. Con los años tomé a los garbanzos como un bocado recurrente en mi menú (porque, básicamente, estoy enamorada de ellos); no pasó lo mismo con el bacalao, por supuesto. Siendo sinceros, ¿por qué comer algo que viene congelado o seco pudiendo probar pescados y mariscos frescos, con sello bien peruano?
De ahí parto para esta receta, que está diseñada para los flojos como yo que no quieren estar horas en la cocina esperando a que la comida esté lista. A veces está bien (y lo disfruto), pero uno no quiere hacer eso en el feriado. ¿O no?
Estos bucatini en salsa de mariscos rinden para muchos, así que asegúrense de tener amigos o familia para compartirlos. Quizá pueda ser una buena excusa para reunirse. Total, de eso se trata la comida.
Necesitas:
-Dos bolsas de bucatini. Eso equivale a 1 kilo de pasta; cada bolsa suele traer entre 400 y 500 gramos. De aquí comen entre 5 y 8 personas, según apetito.
-1 lata de pimientos del piquillo. No son fáciles de encontrar, pero puede haber en tiendas especializadas como La Gastrónoma, La Pulpería, Garaje Gourmet o La Sanahoria (sea o no por los piquillos, date una vuelta por esos sitios igualmente) e incluso supermercados como Wong y Vivanda, donde los tienen en ocasiones. Si no hay, utiliza dos pimientos rojos -troceados y sin pepas- sin ningún problema.
-Pulpa de cangrejo en buena cantidad. Para las dos bolsas de fideos recomiendo al menos 1 kilo (a S/.25 en el mercado).
-Docena y media de conchas de abanico. Usen cuantas deseen según los comensales.
-Dos calamares enteros. Límpialos muy bien y córtalos en aros. Puedes pedirle al pescador/vendedor que te entregue el calamar ya limpio, también.
-Concentrado de cangrejo o pescado. Pueden prepararlo, comprarlo, utilizar un sustituto; todo es válido según tiempo y comodidad. Únicamente utilizaremos una taza.
-Perejil fresco y en polvo.
-Culantro en polvo.
-Ají panca en polvo.
-Aceite de oliva.
-3/4 de una bolsa de crema de leche.
-Dos bolsitas de pasta de tomate.
-Sal de maras al gusto (utiliza la que desees).
-Y, finalmente, un ingrediente estrella. El combinado de Noa de ajo, ají y cebolla, producto que todo cocinero casero debería tener porque, francamente, es genial. Lo encuentran en Perú Pa Ti a S/.18. Le da sabor a todo. Cuando digo todo, es todo.
*pueden reemplazar los mariscos o agregar más: los langostinos van muy bien.
Primero:
Ve al mercado. Mariscos frescos y las medidas/cantidades que necesites. Además, a excepción de algunos productos (que te servirán para futuras recetas), puedes encontrar casi todos los ingredientes para este plato ahí. Insisto: ve -siempre que puedas- al mercado de tu barrio.
Segundo:
La olla. Que sea grande -o utiliza dos- porque ahí es donde ocurrirá toda la acción. El bucatini crece y se ensancha, tenlo en cuenta.
Comienza separando los corales de las conchas de abanico. Luego, licúalos con los pimientos y un buen chorro de aceite de oliva. Si tienes un aceite ‘especiado’ o picante (yo guardo en casa una botellita que preparé con aceite de oliva y varios ajíes, muy fácil de hacer) utilízalo aquí, porque irá muy bien. Esa mezcla, colorada y potente, será la base.
Llévala a una olla grande, añade la taza de concentrado de cangrejo/pescado, las dos bolsitas de pasta de tomate y todos los condimentos mencionados: el ají panca, el perejil y culantro seco, un cuchara de la mezcla de cebolla, ajo y ají de Noa (o en su defecto, 3 dientes de ajo machacado y media cebolla picada finamente que deberás cocinar como aderezo, antes de añadir la mezcla de pimiento) y deja que todo se incorpore a fuego medio-alto.
Apenas rompa a hervor, añade la bolsa de crema de leche y la pulpa de cangrejo. Aquí es cuando va la sal (de maras o la que tengas) al gusto, por supuesto. Básicamente, ya tienes lista la salsa. Cuando esté cerca a hervir, van los calamares. Y cuando ya haya hervido, entran las conchas, que se cocinan muy rápido. Comprueba que las conchas están cocidas y apaga la olla.
Mientras eso reposa, cocina la pasta. Recuerda: pon a hervir el agua y, cuando lo haya hecho, añade sal (sé generoso, pero cauto) y la pasta elegida. Nunca utilices aceite porque no es necesario. Tampoco pongas la sal antes, porque el agua demorará en hervir. Listo el bucatini, báñalo en la salsa. Deja que se impregne, que el jugo entre por el hueco del fideo y todo huela a marisco. Con el bucatini dentro de la olla vuelve a chequear el punto de sal: muchas veces es necesaria en algunas salsas. Ten en cuenta que el bucatini no es blando ni se pegotea en tanto se sirva en su punto. Rocía un poco de perejil fresco y picado por encima, mezcla, y eso será todo, estimados comedores de pasta.
Buon Appetito.
Y felices pascuas.
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