Evaluamos el router SWU-9100 de OLO
Si lo suyo es poder ver un video en alta definición o subir unos planos a la web corporativa mientras el taxi lo lleva de San Borja a San Isidro, entonces encontró lo que buscaba. Si, por el contrario, apenas le interesa poder revisar el correo y buscar algunos datos en la web, no necesita continuar leyendo sobre este dispositivo que le permite acceder a Internet a la mitad del tiempo. Esta semana Marcela Mendoza evaluó el router 4G que presenta en Lima la nueva operadora OLO.
La gracia de este pequeño y apetitoso router, tan discreto que no hay bolsillo o bolso que se le resista, radica en la potencia para conectarse a Internet que ofrece. Hay algunas marcas que dicen ofrecer una tecnología 4G cuando en realidad solo ofrecen 3,5 G, pero, en este caso, gracias a que utiliza antenas con la señal WiMax, se manejan parámetros de velocidad hasta diez veces mayores. ¿Eso que significa? Pues poder ver una hora de videos HD sin que se congele la imagen, jugar en línea sin sobresaltos o subir fotos de 10 megapíxeles sin perder la paz en el camino. Eso sí, siempre que no haya sobrecargado la señal conectándose con cinco usuarios, porque cuanto más gente enlazada, menos velocidad para todos.
Mientras tuve dos tabletas y hasta una laptop conectadas a la señal, todo caminó bastante bien y, aún cuando dejaba el router en la cartera, pude seguir navegando sin interferencias, así estuviera pasando de un distrito a otro. Eso sí, mientras más me alejaba del centro comercial limeño, más débil se volvía la señal.
¿Vale la pena? Ciertamente, es un desperdicio adquirirlo si no se le va a sacar el jugo. Tampoco es recomendable si lo quieren para tenerlo fijo en una oficina, porque pasadas seis horas habrá que volver a cargarlo. Pero si lo suyo es moverse de aquí allá, pues es perfecto.
Todo depende
Una cuestión de horario. Como toda conexión a Internet, el rendimiento y la velocidad de la conexión dependerá de la hora. A las cinco de la tarde apenas conseguía 2.530 Mbps, pero a las tres de la tarde superaba el 5.780 Mbps, porque a esa hora había menos gente enlazada. Para las ocho de la noche ya había bajado a 1.950 Mbps.
Pero también de distrito. En la actualidad, la red de Olo solo funciona en los siete distritos de Lima tradicional. Pero no en todos los puntos se obtiene la misma velocidad. En Jesús María bordea los 1.950 Mbps para bajar datos, y apenas 0.250 Mbps para subirlos, lo cual es muy poco para colgar un video. En San Miguel, la señal llega a 0.890 Mbps de bajada y se mantiene en 0.250 de subida. En San Isidro y Miraflores sube a 5.670 Mbps, pero baja a 2.520 cuando llegamos a San Borja.