8 lecciones que me deja este 2022
Este 2022 fue todo un desafío. A pesar de la inestabilidad política que vivimos, me tocó afrontar el reto más importante: ser mamá.
Siempre he dicho que mis mayores armas son el amor y la verdad. Soy una convencida, quizás para algunos romántica o idealista, de que el amor es lo que nos motiva a mejorar cada día y nos impulsa a asumir lo que nos toca vivir. Y que la verdad es la brújula que nos permite respetarnos y mirarnos al espejo cada mañana para saber si estamos por el camino indicado o no.
Maternar ha sido y es el trabajo más duro que me tocó. Estuve cuatro meses desconectada de todo. Mi mayor miedo: olvidarme de mí se hizo realidad.
Por ello, al volver a mi trabajo en ContentLab fue un escape. Aunque mi actual jefe me diga que “la chamba no puede ser nunca tu escape”. En mi caso, sí lo es, y quizás lo sea porque es un lugar seguro, el espacio que conozco al revés y al derecho, donde por más que me equivoque las soluciones salen casi de inmediato. En cambio, en la maternidad no es tan sencillo, pienso muchísimo antes de tomar una decisión y la culpa me rodea constantemente.
Además de esos dos grandes trabajos que se llevan mi día, también soy empresaria. No solo tengo Rama Comunica, este año lancé Albita del este,una marca de pijamas para bebés en honor a mi hija. ¿Con qué tiempo? No lo sé. Simplemente sentí que debía hacerlo y me dije: ¡hagámoslo!
Lo cierto es que sin la gran gestión de mi socio Adolfo Navarro, Rama Comunica —empresa boutique de curación de contenidos que fundé en el 2014— no podría seguir creciendo. De hecho, este año, en medio de mis cambios hormonales, decidimos relanzar nuestra página web y, después de un camino un poco sinuoso, llegamos a las manos indicadas, que con mucho respeto, humildad y dedicación, supieron guiarnos y transmitir lo que Rama significa en el otro sentido: amaR.
Sin más preámbulos, les comparto las grandes lecciones que me deja este 2022:
1. Ser consciente del lugar en el que estoy y esto se aplica a todo: familia, trabajo, amor, amistad, etc.
2. No veas a tu trabajo y a ese entorno como tu familia. Este consejo me lo dio mi actual jefe, y aunque puede ser muy duro es cierto. Cuando sientes que tu lugar de trabajo es tu familia, terminas haciendo cosas que pueden ir en contra de los roles que te corresponden.
3. No culpes a los demás por tus acciones. Solo tú eres responsable de lo que piensas, dices y haces. No le des ese poder a alguien más. Ese poder es solo tuyo.
4. Siéntete segur@ y orgullos@ por lo que eres y sabes, pero sin perder la humildad, más si trabajas en atención al cliente o brindas un servicio. Deja que los resultados y otros clientes hablen de tu trabajo.
5. Siempre que quieras empieza de nuevo, no importa la edad, el lugar ni los errores que cometiste. Si actúas con la verdad, nada malo te puede pasar.
6. La mayor herencia que puedo dejarle a mi hija y a mi familia es estar bien conmigo misma y encargarme de mi salud emocional, física y espiritual.
7. Poder irme a dormir en paz y tranquila, con la certeza de que hoy hice lo mejor que pude.
8. La mente puede ser tu peor y/o mejor amig@. No te sabotees, todo tiene un proceso y un tiempo. Un día a la vez, solo eso.
Gracias por leer hasta aquí. Les deseo mucha paz en sus corazones, que este 2023 sanemos heridas y disfrutemos de cada instante, aunque suene a cliché, hoy puede ser nuestro último día.
Si te gustó este contenido, te invito a seguirme en Instagram y Facebook