El miércoles 2 de diciembre se inicia la 53° edición de CADE Ejecutivos, el principal foro empresarial anual del país. Pero este año tiene un matiz aun más especial: precede a las elecciones presidenciales del 2016.
En el caso peruano, este evento empresarial representa el inicio de la campaña electoral, o mejor dicho, la carrera electoral. “Esto es como una carrera de vallas: si en CADE lo haces mal, generas una mala impresión o te ‘caes’. Por decirlo de cierta forma, estás perdiendo una oportunidad o estás dándole una ventaja a tus competidores, lo que al final te puede resultar complicado de recuperar”, indica Martín Tanaka, politólogo, investigador principal y miembro del Consejo Directivo del Instituto de Estudios Peruanos y miembro del comité organizador de CADE Ejecutivos 2015.
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LA PRUEBA DE FUEGO
Tanaka precisa que de todos modos en el Perú pueden surgir imprevistos y las tendencias electorales pueden cambiar dramáticamente en lapsos relativamente cortos.
No obstante, CADE Ejecutivos del 2010 sí fue un presagio de la campaña por la Presidencia de la República de Luis Castañeda Lossio. El entonces alcalde de Lima Metropolitana –con ya dos gestiones a cargo de la ciudad más poblada del Perú– postulaba al sillón presidencial. Sin embargo, su actuación en CADE, que se desarrolló en Urubamba, Cusco, fue mediocre. “Se esperaba mucho de él, pero hizo un papel muy decepcionante y se desinfló ante la comunidad empresarial y con el tiempo se vio que también repercutía en el electorado en general”, recuerda Alfredo Torres, analista político, presidente ejecutivo de Ipsos Perú y miembro del comité organizador de CADE Ejecutivos 2015.
“Castañeda tuvo problemas: tenía una buena posición en las encuestas de opinión, pero su presentación en CADE y sus respuestas a las preguntas hechas fueron percibidas como muy pobres, vagas e imprecisas. Dio la sensación de que estaba muy poco preparado, que no sabía muy bien qué hacer. Su desempeño en la campaña reflejó eso después. Fue cayendo sistemáticamente y sacó una pobre votación al final”, indica Tanaka. “Aunque dicen que a Castañeda, además, le afectó la altura en Cusco”, agrega Torres.
Pero CADE también ha impactado positivamente en los candidatos. Fue el caso de Ollanta Humala, precisamente, ese mismo año en Cusco. “Se valoró el que fuese a CADE. Eso expresaba un deseo de conversar con los empresarios. Se pudo ver en los cocteles y conversaciones fuera de su presentación que era una persona que realmente desconocía cómo funcionaban las empresas. Tenía una información muy básica y superficial de lo que era el mundo empresarial”, señala Torres.
Este año, los ojos estarán puestos sobre todo en César Acuña, ex gobernador de la región La Libertad y alcalde de Trujillo por siete años, así como dueño de la Universidad César Vallejo. Acuña se ganó la invitación a CADE al empatar en las encuestas al ex presidente Alejandro Toledo, detalla Torres. “Esta será una de sus pruebas de fuego”, opina Tanaka respecto a Acuña. Si bien este político ya ha asistido a ediciones anteriores de CADE como empresario –indica Torres–, será su primera vez como aspirante a la presidencia del país. Sus contrincantes son ex presidentes, políticos que han asistido antes al evento y hasta uno de ellos ha sido presidente de la reunión; es el caso de Pedro Pablo Kuczynski en el 2004.
FECHAS DE CIERRE
La fecha en la que se decide a qué candidatos se invitará a CADE es clave. Por ejemplo, en el 2005, las invitaciones se decidieron sobre la base de las encuestas a octubre, en las que Ollanta Humala figuraba en el quinto lugar. Pero en noviembre el candidato ocupaba el tercer puesto en las encuestas. “[Humala] decía ‘¿por qué no me han invitado? Parece que los empresarios no me quieren invitar’ e hizo un pequeño escándalo al respecto. Pero lo que pasaba era que él no figuraba”, recuerda Torres.
Pasó lo mismo para el caso de las elecciones de 1990. “Alberto Fujimori no existía en las encuestas de opinión pública cuando CADE se organizó”, indica Tanaka. De ahí que el futuro presidente no haya sido invitado al foro empresarial ese año.
De hecho, Torres recuerda que este candidato subió en la intención de voto recién durante las últimas semanas antes de las elecciones. “Un mes antes de las elecciones de abril llegó recién al 5%”, detalla el especialista. En esa ocasión, terminó en segundo lugar en la primera vuelta.
TRIBUNA PREFERENCIAL
Si bien CADE Ejecutivos reúne a un grupo reducido de la población –alrededor de mil personas–, los efectos que tiene en el electorado son relevantes. Esto se debe a que los asistentes incluyen a líderes de opinión, además de empresarios y el evento cuenta con una amplia cobertura mediática.
En ese sentido, los candidatos presidenciales –sin importar si son proempresariales o antiempresariales– pueden aprovechar el evento. “CADE es un espacio donde puedes desarrollar una estrategia [política]”, indica Tanaka.
Pero esta tribuna fue recién abierta en 1984, año en el que por primera vez se invitó a los candidatos presidenciales a participar de CADE Ejecutivos. En ese entonces, fueron cinco candidatos, entre ellos Alan García. De hecho, una de las preguntas que se le hicieron en esa ocasión al joven político fue si en su eventual gobierno estatizaría la banca, a lo que respondió que no, según indica “Semana económica” (SE) en su edición especial de CADE del 2012.
Esta publicación indica que en 1987, ya en el cargo de presidente de la República, Alan García dejó de ser formalmente invitado a clausurar el foro anual de empresarios como presidente en ejercicio, debido a sus intentos de estatizar la banca. Recién en el 2003, García reapareció en CADE, “con un renovado discurso sobre el apoyo del Apra a las privatizaciones y la inversión extranjera que el auditorio recibió con escepticismo”, señala SE.
En 1989, cuatro candidatos participaron en CADE Ejecutivos –entre los cuales, no estuvo Alberto Fujimori–. De hecho, Fujimori tampoco estuvo en CADE de 1999 pese a que era candidato para las elecciones del 2000, “pues a última hora declinó participar”, indica la revista.
Después de 16 años, CADE Ejecutivos vuelve a reunir a los principales candidatos presidenciales del momento. Esta vez el tema principal por discutir serán los cambios que necesita el Perú para seguir creciendo. Empresarios y políticos se reunirán una vez más para conversar sobre los temas críticos del país, en esta ocasión tanto económicos como de gestión pública, dentro de un marco de desaceleración económica.
TEMAS DE FONDO
La participación de los candidatos presidenciales en CADE no significa solo una exposición mediática y social. Por el contrario, es la primera presentación seria y aterrizada de sus propuestas.
Es la primera vez que efectivamente se muestran como candidatos obligados a delinear su plan de gobierno, indica Martín Tanaka, politólogo y miembro del comité organizador de CADE Ejecutivos 2015.
“[CADE] Contribuye a centrar el debate, si no los candidatos se dispersan mucho o se limitan a hacer un recuento de las obras que harían, porque muchas veces los electores se guían por ofertas muy concretas. CADE los obliga a hacer un planteamiento más orgánico”, señala Alfredo Torres, analista político y miembro del comité organizador de CADE Ejecutivos 2015.
Este año, el tema principal serán los cambios que necesita el Perú para seguir creciendo. En ese sentido, Verónica Zavala, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y quien participará en el encuentro, espera escuchar no simples aspiraciones sino propuestas; es decir, el ‘cómo’ se lograrán los objetivos que se planteen.