Al abrir la puerta de este departamento en Milán, Italia, un salón vacío da la bienvenida; así como dos muebles a cada extremo del lugar, que son los grandes aliados para ocultar ambientes de esta casa y zonas de almacenaje, y así mantener el espacio limpio y libre. En sus 28 m2, los arquitectos del Studio Wok idearon un entorno que cambia de acuerdo a las necesidades del dueño de la casa y tiene un estilo fresco y natural.
El piso luce un acabado en pintura epóxica blanca, el mobiliario está enchapado en triplay fenólico y en el centro de la residencia se instaló una gran mampara, creando un resultado lleno de luz y armonía.
En constante cambio
Cuando el dueño recibe visitas en casa o desea leer un libro, retira el sofá rodante que se oculta en la parte baja de uno de los muebles, y del clóset saca algunos largos cojines, para dar vida a una cómoda sala. En ese mismo lugar se ubican los armarios y estantes donde guarda sus piezas personales.
El otro lado el escenario es igual de flexible. Del segundo mobiliario sobresale una cama plegable que solo se utiliza cuando el sofá está escondido, debido al tamaño del ambiente. Además, el único punto de color está en los pisos y paredes del baño y la cocina, ubicados detrás de este bloque y cubiertos con epóxica turquesa .