Los días se van tornando más fríos y es el momento propicio para añadir un toque de calidez a la casa, a fin de hacerlos más acogedores. La arquitecta Gisella Vicente refiere que una forma de lograrlo es revistiendo una pared de la estancia o el piso con listones de madera.
“En el muro emplea madera de pino, cedro, haya, nogal, que se adquieren facilmente en el mercado local. Para que tengan un aspecto más natural aplícale laca mate, pues la brillante le da una apariencia plastificada”, menciona Vicente.
En el suelo, las alternativas más resistentes son el pumaquiro, el shihuahuaco y el bambú. También, es posible optar por pisos flotantes y porcelanatos que imiten las vetas. Los últimos son más resistente y de fácil mantenimiento, basta pasarle un trapo húmedo para retirar el polvo. La madera también se luce en mobiliario y accesorios, como mesas, consolas, lámparas, repisas, adornos y marcos de fotos. Para un look escandinavo, inclínate por las especies más claras, como el pino americano.
A todo color
Los tonos como amarillo, naranja, rojo, marrón, ocre, beige, arena y verde también generan un entorno acogedor y potencian el ingreso de luz natural. Los más intensos deben lucirse en la casa como acentos en cuadros, butacas, textiles y adornos, para no saturar visualmente el lugar. Los neutros, en paredes y muebles de gran tamaño.
Los textiles también cumplen un papel importante. En la sala y el dormitorio apuesta por cojines de telas livianas, como las sedas, linos y terciopelos. Prefiere los patrones geométricos, florales, de líneas o de tonalidades enteras para darle movimiento a la decoración.
“Opta por sábanas de algodón y ropa de cama de tonos tierra (marrón, verde)”, indica la interiorista de Atrezzo Design, Desiré Cáceres