1 / 5 Mueble tapizado en chenille gris. La chimenea es de acero cromado, de la marca australiana Cocoon Fires. (Foto: Cocoon Fires)
2 / 5 No necesitas realizar grandes cambios para adaptar tu casa al invierno. Esta cama cuenta con vetas de madera de nogal americano. (Foto: Ferrini)
3 / 5 Calefactor eléctrico tipo chimenea, de Bionaire. (Foto: Bionaire)
4 / 5 Un espacio que conjuga el rosa pálido y crema. Las paredes se vistieron con un papel tapiz de pavo real. (Foto: Jaime Gianella)
5 / 5 Emplee lámparas de pie que proyecten una luz cálida y equilibrada. Encima del mueble tapizado en lona se colocó una manta de lana. (Foto: Jaime Gianella)
Existen múltiples formas de conferirle un toque de calidez a la casa en invierno y hacerla más acogedora. No necesitas realizar grandes cambios.
Algo que puedes hacer es agregar piezas de madera natural como las sillas, las bancas, los portarretratos y otros objetos hechos con troncos de madera. El papel decorativo en las paredes es otro recurso que genera una buena atmósfera durante el invierno, además, realza y destaca un ambiente.
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Asimismo, si optas por pintar las paredes, los colores que más se adecúan a la temporada son el naranja, rojo, ocre, marrón y beige. En esta época del año, los textiles cobran protagonismo en la sala y en el dormitorio. Los tapizados en chenille, terciopelo y corduroy son ideales por su suavidad al tacto.
Finalmente, las mantas de colores cobrizos y tierra, colocadas en los brazos de los sofás, los sillones o sobre la cama, transmiten confort y cumplen una función decorativa. Pueden ser de lana, alpaca, franela, polar o piel.