Es posible encontrarlo en piezas como tableros de cocina, electrodomésticos y cubiertos. Para que su brillo se mantenga lo recomendable es:
- Adquirir limpiadores que correspondan a su acabado. Existen para superficies brillantes, mates o satinadas.
- Si se trata de acabado satinado, se debe limpiar con una esponja suave, siguiendo la dirección de las vetas. Los brillantes y mates se asean con paños o franelas que no sean abrasivas.
- Alejarlos del contacto prolongado con ácidos, pues estos deterioran el cromo que lo hace inoxidable.
- Aplicar un pulidor para metal y frotarlo con una franela para conservar su brillo. Hazlo una vez al mes.
- No exponer los cubiertos al fuego porque lucirán opacos. Al lavarlos, usa esponjas suaves.