La cara de Diego Costa lo dice todo tras la derrota del Atlético de Madrid ante Sevilla. (Foto: Reuters)
La cara de Diego Costa lo dice todo tras la derrota del Atlético de Madrid ante Sevilla. (Foto: Reuters)
Agencia EFE

 perdió 2-1 contra Sevilla en el Wanda Metropolitano, por el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.

Es más que un gol de ventaja, porque la vuelta se jugará dentro de seis días en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, porque le vale incluso al equipo andaluz con una derrota por 0-1 y porque el partido pareció durante mucho rato del Atlético de Madrid, incluido con el 1-0 de Diego Costa, pero terminó en poder del Sevilla, sostenido alguna vez por Sergio Rico y vencedor entre la fortuna y el talento.

A lo primero correspondió el empate, un centro de Jesús Navas que tocó en Lucas Hernández y se envenenó camino de la portería de Moyá, cuyo despeje lo empujó hacia dentro; a lo segundo pertenece el 1-2 de Joaquín Correa, veloz en la conducción y decisivo en la definición, con el toque justo para sortear al portero rojiblanco.

Aún era sólo el primero de los dos partidos de la eliminatoria, el martes que viene se disputa la vuelta en el Sánchez Pizjuán, pero pareció ya un duelo decisivo, por el ritmo, por la intensidad, por la ambición de los dos equipos, afilados hacia el gol, aunque aún haya mucho por jugar y por competir para avanzar a las semifinales.

Un choque trepidante desde el principio, desde el primer intento de remate de Diego Costa en unos segundos, desde la respuesta de Franco Vázquez minutos después, desde el tiro de Pablo Sarabia que silenció instantes el Wanda Metropolitano, hasta que lo vio fuera, o desde el gol anulado al Atlético por una supuesta falta en el área, de Griezmann sobre Sergio Rico, antes del testarazo de Diego Costa.

Todo en menos de un cuarto de hora de agitación, competido hasta el mínimo detalle, peleado hasta el balón quizá más intranscendente, de un área a otra por momentos, afinados con la pelota uno y otro, cuando la transición requería más pausa, más paciencia, o cuando exigía verticalidad y vértigo, como más le gusta al Atlético.

Los dos bloques se movieron con más destreza en el segundo registro. Desde ahí provocaron un primer tiempo vibrante, expresado con ratos de ida y vuelta, con más oportunidades y apariciones decisivas de los porteros; de Sergio Rico, que voló a un cabezazo de Costa, al que atajó después un mano a mano, y de Miguel Ángel Moyá, salvador en un contragolpe del Sevilla culminado por Joaquín Correa.

Sin tiempo para la pausa ni la relajación, estuviera donde estuviera la pelota, como demostró el trallazo que soltó Sergio Escudero desde lejísimos para asustar al Atlético, que requirió la intervención apurada de Moyá. Un gran partido de una exigencia tremenda, sin goles al descanso, pero sumamente entretenido.

La segunda parte ya comenzó sin Vitolo, desbordante, con buen pie y participativo durante todo el primer tiempo, en el que alternó la banda izquierda y la derecha, pero reemplazado por Ángel Correa al descanso. Una decisión sorprendente para muchos en el estadio Wanda Metropolitano, mientras el duelo se reanudó más contenido, a menos revoluciones uno y otro equipo y con más conformismo del Sevilla.

Ya era una partida más táctica, menos imprevisible, todo más medido por los dos conjuntos, reaparecidos en ataque con ocasiones puntuales; las dos, una para cada uno, desde dos lanzamientos desde fuera del área mansos a las manos de los porteros, primero de Pablo Sarabia para el Sevilla; después de Ángel Correa para el Atlético.

Un duelo menos divertido, también para los propios futbolistas, quizá también por el inaguantable desgaste del primer tiempo. No lo había sufrido Ángel Correa, por entonces el jugador más fresco en el equipo rojiblanco, profundo, activo y con desborde por la derecha. Un centro suyo terminó en el poste, previo despeje de Lenglet.

El argentino fue un problema por ese costado para el Sevilla en el que quiso incidir Simeone con la entrada de Yannick Carrasco, como también lo fue siempre en cada de sector del campo Diego Costa, más aún cuando irrumpe en el área, desde el que transformó el 1-0. Le bastó un balón suelto para conectar un zurdazo decisivo (m. 72).

Un gol aparentemente sencillo pero que no lo es tanto, porque remató de primeras con potencia para batir a Sergio Rico. El portero le había ganado el duelo al delantero hasta entonces, hasta ese momento, el primer golpe del partido y la eliminatoria que recibió una respuesta contundente del Sevilla apenas ocho minutos después.

Primero afortunada, con una carambola que terminó adentro de la portería del Atlético, después de un centro desde la banda derecha de Jesús Navas que rebotó en Lucas Hernández y tomó parábola hacia la meta rojiblanca, donde terminó con el fallido despeje de Moyá; después ganadora, en un contragolpe culminado por Joaquín Correa.

Atlético de Madrid vs. Sevilla: así alinearon

Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Savic, Godín, Lucas Hernández; Gabi, Koke; Vitolo, Saúl Ñíguez, Griezmann y Diego Costa.

Sevilla: Sergio Rico; Corchia, Mercado, Lenglet, Escudero; N'Zonzi, Banega; Pablo Sarabia, Franco Vázquez, Joaquín Correa y Ben Yedder.


PREVIA

El enésimo desafío para uno y otro, con el peso de las estadísticas sobre el Sevilla, sin victoria en sus últimas diez visitas al Atlético de Madrid, con seis triunfos locales y cuatro empates, y con la presión encima de ellos, porque los dos quieren el título y porque los dos sienten la necesidad por unas circunstancias u otras.

El conjunto rojiblanco porque su proyecto exige lo máximo, mucho más aún con las llegadas de Diego Costa y Víctor Machín, 'Vitolo', los dos titulares este miércoles en el once del técnico argentino Diego Simeone, cuyo equipo siempre le pone el máximo interés a un torneo que supuso hace un lustro el salto definitivo del Atlético de Madrid.

El bloque andaluz porque aún rebusca su nivel y su regularidad. Mientras se lamenta en la Liga con tres derrotas consecutivas y cinco encuentros seguidos sin ganar, la Copa le ha ofrecido sus dos últimos triunfos, los dos contra el Cádiz en la anterior ronda, a la vez que da sus primeros pasos, aún a trompicones, la era Montella.

Desde la vocación ofensiva del técnico italiano, con dos victorias y dos derrotas en sus cuatro choques oficiales al frente del equipo, y la estructura defensiva del entrenador argentino, el partido también propone un combate de estilos que terminará dentro de una semana en el estadio Sánchez Pizjuán con el duelo de vuelta.

Antes, el Atlético de Madrid, como siempre, encara la ida con la presunción de que supone más de media eliminatoria. Lo siente así el equipo, que cambiará las rotaciones de las anteriores fases del torneo por una alineación muy cerca del once tipo, con algunos retoques, como Miguel Ángel Moyá, el portero elegido para la Copa; Juanfran Torres, de vuelta al lateral derecho; o Lucas Hernández, en el izquierdo.

También jugará Víctor Machín, 'Vitolo', aún inédito en la Liga en este 2018, pero titular en su segundo encuentro de la Copa del Rey, precisamente contra el equipo en el que militó las anteriores tres temporadas y del que salió el pasado verano, mediante la cláusula de rescisión y cuando parecía que su renovación era un hecho, rumbo al Atlético de Madrid, previa parada hasta este enero en Las Palmas.

La configuración del resto del once del Atlético de Madrid desprende la transcendencia del choque. En él estarán Diego Godín y Stefan Savic en el centro de la defensa, Koke Resurrección, Gabi Fernández y Saúl Ñíguez en el medio campo y Diego Costa, goleador dos veces en tres duelos de 2018, y Antoine Griezmann en el frente del ataque.

Tanto Diego Costa como Gabi y Savic vuelven a la alineación después de su sanción en la última jornada ante el Eibar, el cuarto partido y la cuarta victoria de 2018 para el Atlético de Madrid, sin un solo gol en contra en el nuevo año, con diez a favor y con la baja por quinto encuentro seguido de Filipe Luis, ya prácticamente recuperado de una lesión muscular, pero aún sin el requisito del alta médica.

El conjunto rojiblanco, ganador por 2-0 frente al Sevilla en su último precedente y vencedor de diez de sus últimos doce duelos oficiales, desde el 0-0 con el Real Madrid del pasado 18 de noviembre, también está en racha en el Wanda Metropolitano, en el que encadena seis triunfos y diez encuentros sin una sola derrota.

Aunque el equipo colchonero y el del barrio de Nervión igualan en sus eliminatorias coperas, con cuatro pases a la siguiente ronda para cada uno, el Sevilla lleva casi un decenio sin ganar en el feudo atlético, desde un 0-1 en septiembre de 2008, unos guarismos que ahora intentará romper en su segunda comparecencia en el Wanda Metropolitano.

Aún así, las estadísticas no deben ser excusa para que el Sevilla del italiano Vincenzo Montella, que cumplirá su cuarto partido en el club andaluz con dos triunfos en el torneo copero ante el Cádiz y dos derrotas en La Liga Santander (Betis y Alavés), renuncie a dar un cambio drástico a su situación para seguir con opciones en la Copa.

Y es que los sevillistas llegan a este duro envite en su peor momento, tras cinco partidos de Liga sin ganar (un empate y cuatro derrotas) que le han hecho retroceder hasta la sexta plaza, y lo peor aún, con las malas sensaciones que transmite el equipo, romo y previsible en ataque y muy débil atrás -28 goles en contra en liga-.

Por ello, al Sevilla no le queda otra que aprovechar este duelo de altura para levantar la cabeza y reaccionar para intentar recuperar la sonrisa, competir y dar una imagen radicalmente distinta, después de que ésta quedara muy tocada tras el 3-5 en el derbi sevillano y el 1-0 del domingo en Vitoria.

Su caída en picado ha acrecentado las dudas en el equipo y en su nuevo técnico, y la zozobra, la desazón y la indignación son las notas dominantes en el sevillismo, hasta el punto de que el lunes un grupo de hinchas radicales se personó en el entrenamiento para pedir explicaciones al plantel y exigirle más actitud sobre el campo.

Montella recupera al lateral zurdo Escudero, restablecido de su dolencia, pero tiene la baja de última hora por unas molestias del central danés Simon Kjaer, con lo que Corchia estará en la derecha y el argentino Mercado formaá el eje de la zaga con el galo Lenglet.

En el medio volverá el galo Nzonzi, reservado en Vitoria, con el argentino Pizarro, y en el ataque hay más dudas, pero es probable que jueguen desde el inicio Sarabia, el exatlético Éver Banega -el cerebro del equipo- y Nolito o el también argentino 'Tucu' Correa, para que el francés Ben Yedder, su máximo goleador, se pelee arriba.

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