Por. Kenyi Peña Andrade
Si olvidamos por un momento la clasificación al Mundial de Rusia 2018, en la que casi todos están de acuerdo en que fue una isla en medio de un panorama desolador, podríamos decir que el fútbol peruano es un paciente enfermo que cada día puede empeorar. La Copa Libertadores es el termómetro perfecto para medir nuestra temperatura.
Es decir, andamos como el cangrejo, siempre para atrás. O, en el peor de los casos, no pudimos ir a la par de una evolución que se dio paulatinamente en los países que ahora son potencia en este deporte.
Si en el 2002 hacia adelante tuvimos a Manuel Burga gobernando desde el sillón la Federación Peruana de Fútbol y que luego acabaría siendo investigado por el dinero sucio que se repartía entre los altos mandos de la Conmebol, años después tenemos a un ex presidente como Edwin Oviedo tras las rejas, y a su sustituto Agustín Lozano envuelto en una presunta participación en la red de reventa de entradas. Ni qué decir de los 50 millones de déficit que tiene la misma federación peruana. Rusia 2018 fue solo un feliz accidente.
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Y así podemos seguir enumerando las razones por las que vivimos en el sótano futbolero de Sudamérica. Si en la primera semana de noviembre del 2003 los futbolistas profesionales anunciaron una huelga indefinida pidiendo que se reconozcan y cumplan con las deudas del 2001 y 2002, hoy el fútbol nacional se sigue manejando como un mamarracho. En la Liga 1, solo este fin de semana se suspenderán dos encuentros por falta de garantías.
Además de contar con una Segunda División que pasó de tener catorce a once equipos por problemas económicos de los que desertaron. Y el nivel que muestran los clubes peruanos en la Copa Libertadores tampoco se salvan. Salvo alguna excepción como la campaña de Real Garcilaso en el 2013 (llegó hasta cuartos), las eliminaciones siguen siendo tempraneras. Según las estadísticas hasta esta parte del torneo continental, tras disputarse la primera rueda de la fase de grupos, Perú, con tres sus representantes Alianza Lima, Sporting Cristal y Melgar y 6 unidades acumuladas, solo sumó más puntos que Bolivia (3), Colombia (4) y Venezuela (2). Sin embargo, todos estos países tienen un equipo menos en la Copa.
La situación es más caótica cuando notamos que que los celestes, blanquiazules y mistianos en conjunto solo obtuvieron una victoria – la de los rojinegros ante Junior en Arequipa- de nueve partidos en la zona grupos, y que solo superan a los de Bolivia en el promedio general de efectividad de puntos obtenidos: 22,22% contra el 16,66% de los altiplánicos. A los arequipeños, al menos, los salva que aportan 4 unidades.
Históricamente les costó a nuestros equipos ser sólidos defensivamente al jugar la Libertadores, y en el presente seguimos en deuda en este aspecto. Nuestros clubes recibieron 18 tantos, siendo los más vulnerados del torneo. Luego continúan Argentina (15), Bolivia (14), Brasil (13), Chile (11), Venezuela (9), Colombia (9), Ecuador (7), Paraguay (3), Uruguay (3).
Es decir, un cuadro nacional recibe un gol cada 45 minutos, mientras que en la parte ofensiva tampoco es que los resultados sean más alentadores. Perú, con siete conquistas, es el peor ubicado en cuanto a goles anotados con los otros países que tienen tres representantes en la Copa: Paraguay (15) y Chile (13).
En resumen, se grita un gol peruano en esta competencia cada 115 minutos. Si romper las redes del rival es la máxima alegría que se pueden sentir en un partido de fútbol, nuestros equipos carecen de emociones en este terreno internacional desde hace varios años. Las estadísticas, esas que son frías pero contundentes, nos devuelven a la realidad: Rusia 2018 fue una burbuja.
Como datos interesantes podemos comprobar que, hasta el momento, los equipos de Paraguay (Olimpia, Cerro Porteño y Libertad) son los mejores en esta edición del torneo: cuentan con 85,18% de efectividad en obtención de puntos posibles. Mientras que los guaranís también tienen el mejor promedio ofensivo al marcar un tanto cada 54 minutos. Aunque el país que más tantos convertidos es Brasil (26) pero con 7 representantes en el torneo. De otro lado, los conjuntos que mejor defienden también son los paraguayos, al recibir un tanto cada 270 minutos. En ese rubro están igualados con los uruguayos en menos goles encajados (3) aunque con un equipo más en competencia.
Esta edición de la Libertadores solo ratifica que en la Copa somos muy frágiles. La falta de trabajo y planificación en todas las instituciones del país nos han llevado a ser un paciente condenado a una muerte lenta y dolorosa. Aunque, como en la vida misma, existen los milagros. Rusia 2018 es uno de ellos.
- Brasil (7 representantes) / Promedio de efectividad de puntos: 57,14 %
-Anotan un gol cada 72,69 minutos
-Reciben un gol cada 145,38 minutos
-Chile (3 equipos) - PE: 55,55%
Anotan cada 62,30 minutos
Reciben un gol cada 73,63 minutos
Argentina (6)- PE: 35,18%
Anotan cada 135 minutos
Reciben un gol cada 108 minutos
Perú (3)- PE: 22,22%
Anotan cada 115,71 minutos
Reciben un gol cada 45 minutos
Venezuela (2) PE: 22,22%
Anotan cada 108 minutos
Reciben un gol cada 60 minutos
Ecuador (2)- PE: 33,33%
Anotan cada 108 minutos
Reciben un gol cada 60 minutos
Paraguay (3). PE: 85,18%
Anotan cada 54 minutos
Reciben un gol cada 270 minutos
Uruguay (2)- PE: 66,66%
Anotan cada 77,14 minutos
Reciben un gol cada 180 minutos
Bolivia (2)- PE: 16,66%
Anotan cada 108 minutos
Reciben un gol cada 60 minutos
Colombia (2)- PE: 22,22%
Anotan cada 180 minutos
Reciben un gol cada 60 minutos