Brasil es cuna de futbolistas de élite. Este país siempre nos regaló talentos excepcionales que perduran en el tiempo. Los mejores casos son Pelé, Garrincha, Ronaldo, Ronaldinho, Romario y Neymar.
Existen jugadores por montones que mantienen una calidad brillante, pero que no han podido ser convocados porque simplemente no alcanzaron los niveles de otros fenómenos. Por ello decidieron defender otras naciones.
El último caso proviene desde la lejana Rusia, lugar que será el organizador del Mundial 2018. Este cuadro busca repotenciar sus filas para realizar una campaña digna. Y por eso optó por nacionalizar a dos futbolistas brasileños: Mario Fernandes y Guilherme Marinato.
No es la primera vez que legionarios de la 'verdeamarelha' encontraron el éxito fuera de su tierra. Como grandes ejemplos tenemos a Deco y Pepe. El primero fue una leyenda con Portugal y el segundo campeón de la pasada Eurocopa con la misma selección.