Redacción EC

Julio César tuvo la atajada más dolorosa de su vida. El portero del Náutico se dislocó los dedos de la mano derecha en el duelo ante Flamengo por la .

En el minuto 28 de juego, Julio César se arrojó para atajar un cabezazo de Alecsandro, pero tuvo la mala fortuna de sufrir esta singular lesión.

De inmediato el portero se sacó el guante para ver la gravedad de su lesión. Los gestos de dolor eran evidentes, mientras sus compañeros se acercaban a ayudarlo.

Lo sorprendente es que Julio César siguió jugando y tuvo hasta tres buenas atajadas durante el encuentro, que terminó 1-1 en la ida de la tercera ronda.

No es la primera vez que le pasa esto al portero. En el 2011 le pasó lo mismo cuando jugaba en Corinthians.

TAMBIÉN PUEDES LEER...

Contenido sugerido

Contenido GEC